Nos encanta acercaros árboles diferentes para decorar vuestro jardín; bonitos y elegantes troncos que puedan dar un toque diferente a esta parte de la casa tan importante. Hoy os hablamos del Arce Japonés, una especie de árbol realmente hermoso que conseguirá que todas las miradas se centren en su estilizada figura. ¿Te apetece saber un poco más sobre él? Te contamos cómo plantarlo y cuidarlo.
¿El arce japonés es adecuado para mi jardín?
El arce japonés, también conocido como Acer palmatum, es un árbol cuyo
origen, como bien anticipa su nombre, está en Japón, aunque también se puede encontrar en Corea y en China. Es un árbol ideal para jardines pequeños, pues
cuenta con un sinfín de subespecies de tamaños reducidos. De hecho, en la mayoría de los
casos no alcanza los 9 metros, siendo su tronco bastante estrecho, aunque
siempre hay excepciones. No abundan, pero los arces japoneses de gran tamaño
son una variedad impresionante si tenemos el espacio. Otro aspecto que llama la atención es la coloración que adquieren
sus hojas durante el otoño, adoptando un tono rojizo que hará que nuestro jardín se vea
francamente bien. Es de hoja caduca, por lo que estas se caerán durante el
invierno, dejando así al aire sus delgadas y esbeltas ramas.
Clima necesario para su cultivo
Lo más importante a la hora de plantar un arce japonés en nuestro jardín es tener en cuenta el clima. Debemos saber que estamos ante un árbol al que no le gusta el calor
excesivo pero sí la humedad. Requieren, por tanto, lugares en los que el Sol no
queme y el suelo siempre esté húmedo. Además, los vientos secos pueden
perjudicar muchísimo al arce japonés, así que será mucho mejor colocarlo en un lugar
en el que esté resguardado de las corrientes de aire. En resumen, este árbol se
siente cómodo creciendo en ambientes templados con veranos poco calurosos e
invierno suaves, aunque puede soportar heladas de baja intensidad.
El mejor lugar para plantar un arce japonés
El mejor lugar para plantar nuestro arce japonés será uno en el que
haya luz pero no impacte el Sol de forma directa. Aunque, en este punto, es
importante señalar que hay variedades que pueden ser un poco más resistentes
que otras. La tierra en la que vamos a plantar el arce tendrá que ser ácida, por lo que utilizaremos un agua de pH bajo (de cuatro a seis). Si el agua que
se usamos para regar cuenta con mucha cal, podemos emplear un poco de limón o vinagre
para compensar.
Podando nuestro árbol
Si bien es cierto que respecto al clima y la tierra este árbol nos ha salido un
poco exigente, en el tema de la poda no tanto. Es un árbol cuya forma natural
se vería afectada si lo podásemos en exceso. Lo suyo es recortarlo un poco y quitar
aquellas ramas que consideremos que están muertas, pero poco más. Además es
conveniente revisar si las ramas cruzan el tronco y lo cubren. En ese caso sí
podemos retirarlas.
Cuidados diarios del arce japonés
También es especial en cuanto al agua. Necesita que lo
reguemos con grandes cantidades pero de forma lenta y nada agresiva.
Un truco que puede ir bien es llenar un cubo y
hacerle agujeros en la parte inferior; después, lo colocamos junto al árbol y dejamos
que el agua penetre poco a poco hasta las raíces. Es, sin lugar a dudas, una
excelente forma de conseguir que nuestro arce japonés esté siempre húmedo. En
cuanto a la fertilización, muchos expertos aseguran que es innecesaria, pero si
pensamos que aun así la necesita, conviene hacerlo a principios
de primavera.
Interesante, ¿verdad? ¿Qué te parece este árbol para tu jardín?
hace 7 años
Qué preciosidad, es fácil encontrar estas semillas no? Supongo vamos. La verdad es que dan una alegría a cualquier jardín o estancia a tener en cuenta.