Se acercan las fiestas navideñas y con ellas el temido momento de reunir a nuestros amigos y familiares en casa. En España prácticamente todas las celebraciones tienen como protagonista una mesa, pero tú sabes que en cuanto la visita pone los pies en tu casa comienza la evaluación. ¿Vas a dejar que te pillen otra vez con el pie cambiado? Estos son algunos de los errores que acabamos cometiendo uno y otra vez, y que no vamos a consentir que estas fiestas se repitan. Sigue estas pautas para que tu casa luzca como la del perfecto anfitrión.
#1. Tu hogar no tiene alma

No es una cuestión de sentimientos es simplemente que no transmite nada. No está sucia, ni limpia, ordenada ni hecha un desastre. Básicamente es que nada la hace especial. Por eso lo mejor que puedes hacer antes de recibir a tus suegros y cuñados en casa, es darle ese encanto que necesita.
La solución:
- Pinta alguna pared de un tono distinto (sirven degradados, medias paredes pintadas, papeles, vinilos o stickers).
- Cambia los cojines del sofá y añade alguna manta.
- Abrillanta el suelo, dale una mano de pintura a ese mueble espantoso, compra algún cuadro o lámina bonita. Y sobretodo esfuérzate por llegar con el plumero a esos sitios que no limpias nunca (Tú no los ves pero ellos sí).
#2. No supimos sacarle partido a sus cosas buenas

Muchas veces no es tanto lo que tenemos sino cómo lo presentamos. Puede que nuestro piso sea amplio, luminoso y bien distribuido, pero una mala elección del mobiliario o una nefasta elección de objetos de decoración, hagan hacerlo parecer mucho más pequeño, desaliñado o caótico.
La solución: Toda tu casa debe estar presentable, pero ¡Ojo avizor con las zonas calientes de tu casa! (esas que van a recorrer tus visitas).
- No te conformes con lo que ves, dedica un tiempo a idear cómo le sentaría a tu salón una mejor distribución de los muebles u objetos de decoración.
- Adelanta el sofá unos centímetros, sepáralo de la pared para que no se vea empotrado, y piensa en cómo quedaría que lo completaras con unas butacas enfrentadas o incluso un puf.
- Cambia la vieja alfombra por otra más grande que cubra toda la superficie, añade alguna mesa baja o una combinación de varias en las que puedas servir un café o unos dulces, y de una vez por todas cubre esa ventana con vistas horrorosas, con una cortina que tamice la luz. En definitiva ¡Reorganiza!
#3. Cuando compraste las lámparas no estabas muy iluminado

No te culpes que eso nos puede pasar a todos. Cuando estrenamos casa todos los aparejos nos vienen bien, desde lámparas efecto velatorio, a plafones con fluorescentes rollo quirófano. ¿Puede haber algo más incómodo que ver la TV con un foco potente de luz cayendo en tu frente? Iluminar tu casa correctamente es imprescindible para que no solo tus visitas, sino tú mismo te sientas muuucho mejor.
La solución: Recuerda que generalmente necesitaremos en cualquier estancia 3 puntos de luz.
- Uno general con focos empotrados o de superficie que no hagan efecto tubo de luz (justo el mal que te contaba arriba), o bien con una lámpara colgante central o de araña que ayude a dividir el espacio y crear un foco de atención.
- Otro puntual para las tareas específicas que se realicen en cada rincón (por ejemplo, leer, trabajar con el pc, etc…). Sírvete de lámparas de pie o de lectura para completar.
- Y finalmente pon el acento con otro tipo de luces más tenues que le den al ambiente ese punto acogedor que buscamos, sobre todo al caer la tarde. Usa lámparas bajas, guirnaldas, tiras de led o velas (¿Sabes que ya venden de led a pilas…?).
#4. Te has acostumbrado a ver cables por todas partes

Un cosa es que se lleven los cables vistos y otra es tener en exposición esa maraña de regletas en las que vas conectando indistintamente el móvil, la TV o lo que surja. Igual tú ya ni los ves, pero ten por seguro que tu visita recorrerá una y otra vez ese cable hasta idear en su cabeza una forma mejor de ocultarlo.
La solución:
- La más difícil seguro es mejorar la instalación de electricidad y tener cada cosa en su sitio. Ya sabes ese enchufe justo debajo de la TV para poder colgarla y que no se vea, los suficientes en la zona del pc para conectar módem, teléfono, impresora y todos nuestros cacharos…
- Si se te hace cuesta arriba, ¡prueba a ocultarlos! ¿Cómo? Con organizadores de pared, soluciones de escritorio, contenedores de cables, o incluso estaciones de carga mucho más elegantes.
- Y finalmente si no puedes con el enemigo únete a él. Inventa soluciones para lucir con estilo los cables (sirven bolas de madera, cinta decorada, pegatinas originales…).
#5. Tu cocina no pasaría el test de Chicote

Y no me refiero a tus virtudes culinarias (eso lo tendrán que valorar tus invitados), sino a que en tu cocina luzca presentable, ordenada, y limpia. Es normal que con el ajetreo diario se te escape un poco eso de la limpieza a fondo, pero ahora que vas a recibir gente en casa, ¡no hay excusa!
¿Por donde empezamos? Pues como te decía, ¡por limpiar a fondo!
- Tirar comida en mal estado, cacharros que no usas, y en general todas las cosas que estorben y que solo sirven para acumular grasa.
- A partir de ahí, ponla bonita. Es el momento perfecto para hacerle un lifting pintando sus puertas, cambiando los tiradores, mejorando la luz (o añadiendo donde antes no había).
- Atrévete con papel pintado, estrena un frente nuevo, renueva de una vez esos paños de cocina, o lánzate a colgar baldas o rieles donde dejar a mano tu vajilla favorita.
Ten por seguro que más de uno pasará por tu cocina a bichear antes de sentarse. ¡Deja que se lleve una estupenda impresión!
#6. No sabes a quien colocar en las sillas más incómodas

Quizás porque son muy viejas o simplemente porque no tuviste mucho tacto al elegirlas. El caso es que sabes que esas sillas que sacas siempre en Nochebuena son una tortura para el cuerpo de cualquiera, y aún así las sigues usando porque ¡no vas a comprar otras para un rato!
¿Qué hay que hacer? En realidad puedes hacer un montón de cosas:
- Desde añadirles una base tapizada y mullida, hasta incorporales unos cojines para sillas que amortigüen un poco la sentada.
- Si no son del todo incómodas pero duelen de feas a la vista, siempre puedes darles una mano de pintura (con Chalk Paint no hace falta ni imprimar), o cubrirlas con unas fundas.
- Completa con algunas pieles de oveja calentitas, incluso algún detalle como guirnaldas o saquitos colgados en los que puedas poner el nombre de tus comensales.
Y listo... ¡Igual la fiesta se alarga tanto que te arrepientes de haber hecho de tus sillas un lugar placentero!
7. Tu baño da miedo

Ya sea por viejo o por dejadez tuya. El baño es el otro lugar de tu casa por el que pasarán tus invitados. Damos por hecho que dedicarás el tiempo suficiente antes de su visita a dejarlo bien limpio. Pero hay algunas cosas más que se pueden hacer para darle un toque especial.
¿Qué haríamos nosotros?
- Si tuviéramos tiempo y ganas de invertir un poco en él, podrías pintar sus azulejos, cambiar el mueble por otro más actual, o incluso pegar un bonito suelo vinílico encima de esas horribles baldosas.
- Sino es momento de hacer estas mejoras, pasamos a la operación maquillaje más rápida y también efectiva: Imperativo tirar esa cortinilla mohosa y poner una mampara (o cortina) más presentable. Y después ponerlo guapo: Servirán unas toallas nuevas con un bordado navideño, algunos jabones especiales, un centro sobre la encimera, y algunas velas aromáticas.
Al final disfrutar de los que más quieres es el mejor regalo. Resérvate unos días para poner en práctica algunas de las ideas que te hemos contado, y cuando llegue el día, disfruta del momento. ¡Te has ganado el título del anfitrión más perfecto!
hace 5 años
Me gusta mucho!
hace 5 años
Estas ideas son estupendas, motivan a renovar y no morir en el intento
hace 4 años
Una chorrada