6 cambios sin obras que puedes hacer en tu cocina

Generalmente la zona de fuegos es la más delicada en la cocina. Allí va a parar gran parte de la grasa que se va generando y esas salpicaduras imposibles de evitar. Una forma rápida y efectiva de cambiarle el aspecto y ganar además en limpieza, es instalar un antepecho nuevo con el que luzca más bonita y a la vez limpia. 

Tienes varias opciones: desde un porcelánico sobre el viejo, hasta un frente de vidrio, acero, o el tan de moda mosaico de vidrio. Si cambias la encimera puedes aprovechar para cubrir el frente con el mismo material, pero eso te lo explicaremos más abajo. Solo para valientes queda la opción del espejo, o incluso el vidrio serigrafiado. ¿Te atreverías con estas opciones? Piensa que lo que ahora es moda, el año que viene, no se sabe. 

Estrenar un suelo nuevo sin levantar el viejo, parecía imposible hasta hace poco tiempo. Sin embargo, hoy en día tenemos la suerte de contar con muchos materiales que se pueden instalar sobre el viejo, sin necesidad de levantar ni una sola baldosa. Desde los suelos laminados, que ya conoces de sobra, a sus imitadores, como los vinílicos o cerámicos del mínimo grosor. 

El linóleo es cada vez más demandado por tener alta resistencia al desgaste y ser rapidísimo de instalar. La opción del microcemento es rápida y muy efectiva, pero algo más complicada y costosa (de precio) que las anteriores. Dependiendo del material que elijas es posible que no haga falta cepillar las puertas. Tenlo en cuenta y ¡ese gasto extra que te ahorras! 

Otra de las zonas de la cocina que también lleva mucho trajín es la encimera. En muchos hogares tenemos un modelo de mármol, que si bien sigue siendo súuuper resistente, ya no nos acaba de gustar su aspecto. La forma más rápida de transformar la cocina es cambiar la encimera por otra que si nos guste. La opción más cálida es la madera, pero ten encuentra que es muy sensible a los golpes y arañazos, y que la vas a tener que cuidar más. 

Las piedras naturales, son realmente una maravilla si pensamos en su mantenimiento, ofreciendo un montón de acabados en cuanto a colores y efectos (pulido, flameado, etc...). El cuarzo compacto también es una opción para muchos años evitando siempre los recipientes calientes y las manchas. Y luego el acero inoxidable de las cocinas de los grandes chefs, ideal para los que buscan un aspecto más industrial y resistente. Si te decides por esta última opción mejor elígela sin brillo, así las rayaduras no dolerán tanto. 

Muchas veces el mobiliario está en buenas condiciones, sobre todo si son muebles de madera maciza, pero nos pasa igual que con la encimera: ¡ya no nos enamora! La solución más rápida pasa por pintarlos y cambiarles los tiradores. Es un trabajo sencillo que puedes hacer tu mismo o encargar a un profesional para que quede impecable. 

Generalmente el proceso consiste en limpiar a fondo, dar una lijada, imprimar y luego pintar. Pero dependiendo de si eliges esmaltes sintéticos, acrílicos o la tan de moda pintura a la tiza, el proceso puede variar. Los nuevos esmaltes para estos usos, cubren también sin dificultad muebles de melanina y aglomerados. Pide que te hagan varias muestras de pintura hasta elegir el color que más te entre por el ojo y disfruta del nuevo aspecto de tu cocinita. 

Tanto si la tienes alicatada, como si solo en parte, o simplemente pintada. Una forma muy efectiva y además económica de lavarle la cara es pintarla. Dependiendo del material de base tenemos varias opciones para elegir. Si son azulejos lo que quieres pintar, es recomendable una limpieza profunda y una capa de imprimación. Si es yeso, comienza con una capa selladora y luego a pintar. El color depende mucho de tu estilo y estado de ánimo, pero siendo una cocina, una apuesta con la que seguro no te vas a equivocar es el color blanco. 

También está la opción de los papeles pintados y vinilos, pero recuerda siempre comprar un material apto para cocinas. El ideal es sin duda el vinílico porque es lavable e impermeable. Aunque si no lo vas a usar en el frente (por ejemplo solo en un comedor anexo), te puedes permitir también poner uno de TNT (tejido no tejido), que también se limpia fácilmente. 

El golpe maestro para que tu cocina termine de parecer otra es una mejor iluminación. Si aún no has pasado al Led debes hacerlo. El consumo es mucho menor y enseguida se nota en la factura. En una cocina no se puede trabajar medio a oscuras o con una luz insuficiente. Instala tiras de luz en la zona de trabajo o completa su iluminación con lámparas o focos empotrados. 

Si te va el estilo más industrial, usa varios flexos en la zona de más "tute". ¿Y qué más? Pues por ejemplo cambiar el grifo por otro más chulo y sobre todo eficiente (mejor si abre directamente en agua fría y lleva aireado para reducir el consumo), cambia las cortinas, añade unas plantitas aromáticas, cuelga alguna pizarra para dejar recaditos... Cosas que no cuestan mucho dinero, y funcionan ¡de maravilla! 

Y tú, ¿te estás planteado darle un repaso a tu cocina sin hacer grandes reformas? ¿Qué te han parecido estas ideas?