Un piso pequeño de 55 metros cuadrados bien aprovechados

En 55 metros cuadrados, hay pisos pequeños muy bien aprovechados que hacen milagros con cada centímetro. Y como verás en este artículo, no solo es posible, sino que te invitamos a visitar uno de ellos. Te enseñamos cómo sacar todo el partido a los distintos espacios, hacer que parezcan más grandes y optimizarlos a fondo. Aprende a escoger los colores más luminosos y a elegir bien los muebles, ¡y lleva lo aprendido a tu casa!
Un piso pequeño de 55 metros cuadrados bien aprovechados
Con poco más de 55 metros cuadrados, los pisos pequeños bien aprovechados demuestran que el refrán es cierto: muchas veces, lo bueno viene en frascos mini... No te dejes engañar por el número, porque en ellos cada rincón está pensado para sacarle el máximo partido. Todos ellos están diseñados para optimizar al máximo el espacio, con cocinas adaptadas y abiertas al salón, cuartos de baño con platos de ducha a ras de suelo, dormitorios con los muebles esenciales y armarios empotrados.
Es el caso del piso que te mostramos a continuación. Con las habitaciones básicas y una decoración minimalista, acogedora y funcional, este piso pequeño de 55 metros cuadrados bien aprovechados es el ejemplo perfecto de que muchas veces, menos es más. ¡No te lo pierdas!
Un salón que aprovecha las paredes

Como verás, en este piso el salón es un espacio bastante reducido. Tiene muchísima luz natural gracias a la ventana, pero su forma alargada no permitía colocar demasiados muebles. Para sacarle partido se colocó un sofá-cama en una de las paredes, que se convierte en cama improvisada para invitados. Enfrente, la televisión se sitúa sobre un módulo suspendido con cajones que optimiza el espacio. En color blanco y con diseño recto y limpio, apenas ocupa espacio visual y proporciona muchísimo almacenaje.
En todo el inmueble, las paredes y los techos están pintados de blanco. Así se aumenta la sensación de amplitud y luminosidad, y se unifican los espacios creando un efecto fluido y envolvente. Hay pocos muebles, los justos para ofrecer la máxima funcionalidad, y los toques de color los dan las cortinas opacas (imprescindibles al no haber persianas), las plantas naturales y los cojines.
Cocina mínima, pero con todo lo necesario

Para ubicar la cocina, en este piso de 55 metros muy bien aprovechados se eligió una estancia situada junto al salón. Su pequeño tamaño hacía imposible instalar electrodomésticos estándar, por lo que se eligió una placa de inducción de dos fuegos, un fregadero pequeño y un lavavajillas integrado de 45 cm de ancho (a la derecha). La lavadora está en la esquina, entre el fregadero y el horno en columna, y los armarios de pared hasta el techo suman espacio para guardar.
Los frentes, los electrodomésticos y el fregadero en blanco dan sensación de espacio. Y a pesar de sus reducidas dimensiones, en esta cocina hay sitio hasta para un mini-comedor informal. Formado por una encimera suspendida y dos taburetes, aprovecha la luz natural de la ventana y es perfecta para desayunos, aperitivos y comidas o cenas rápidas.
Relax y armonía en el dormitorio

De nuevo, el color blanco manda en el dormitorio. Las paredes, el techo, la ropa de cama y los visillos se han elegido en este tono, ayudando a difundir la luz y haciendo que, de nuevo, parezca más grande de lo que es. Las únicas notas de contraste son la madera clara de la mesita auxiliar y los toques de metal cobrizo de las lámparas y el adorno. Como mesitas, dos pequeñas auxiliares de metal lacado en blanco y forma circular apenas ocupan y dan servicio, permitiendo dejar los libros, la taza de café...
En lugar de las típicas lámparas de mesa, a ambos lados de la cama hay dos lámparas colgantes de diseño minimalista. Tampoco hay cabecero: el espacio es valioso y no se ha querido renunciar a un solo centímetro. Los armarios, también blancos y sin tiradores, tienen puertas correderas para despejar la parte delantera. Y sobre la cama, una colcha de ganchillo beige aporta un punto de calidez que siempre se agradece en estos espacios.
Un baño contemporáneo y súper funcional

Como es lógico, todavía nos faltaba una estancia para terminar de recorrer este fantástico piso de 55 metros cuadrados, muy bien aprovechados. Es pequeño, pero espectacular: gracias a una inteligente combinación de cerámica porcelánica y a una acertada distribución, es digno de un piso de lujo. El mueble de lavabo suspendido optimiza el espacio y tiene dos grandes cajones, en los que cabe de todo. Además, también hay sitio para las toallas extra en los estantes de la izquierda.
La pared del fondo se aprovechó para colocar un plato de ducha a ras de suelo, con mampara de pared a pared. El cristal transparente amplía el espacio y lo hace parecer más grande, al igual que la cerámica blanca de la pared. El resto del baño se ha revestido con porcelánico imitación mármol negro, y con una cerámica inspirada en las antiguas baldosas hidráulicas. El inodoro suspendido, moderno y fácil de limpiar, y el radiador toallero completan el diseño, junto con un gran panel de espejo que refleja y "duplica" el espacio.