En este artículo
- Mejorar el aislamiento de la vivienda
- La instalación eléctrica
- Trabajos de fontanería
- Mejorar la distribución
- Aprovechar lo que la casa nos da
Mejorar el aislamiento de la vivienda
Las viviendas antiguas pueden tener un aislamiento deficiente, sobre todo si nunca se ha reforzado. Quizá tengamos que revisar nuestras paredes para poder ver si el aislamiento térmico y acústico es el correcto. Además, hay que fijarse también en las ventanas, si son de origen, será necesario cambiarlas. Afortunadamente, como comentábamos, el Gobierno ha habilitado muchas ayudas para la rehabilitación y reforma de las viviendas. El tema del aislamiento entra dentro de estas actuaciones; y es que un buen aislamiento logrará que ahorremos posteriormente energía a la hora de calentar la casa.
La instalación eléctrica
Una vivienda antigua tendrá que ser revisada eléctricamente. Es quizá una de las cosas más importantes, no sólo porque una instalación vieja pueda ser peligrosa, que también. Para empezar, hay que tener en cuenta el Reglamento Electrónico de baja Tensión. Las casa antiguas es probable que no estén adaptadas a este reglamento. Además,
una instalación vieja puede gastar muchísimo más que una nueva. En este punto, las ayudas del Gobierno también podrían ponernos las cosa más fáciles; y es que la eficiencia energética también pasa por un menos consumo o un consumo más eficiente de la electricidad.
Trabajos de fontanería
Aislamiento, luz y también fontanería. Esta última también será una tarea clave a la hora de reformar una vivienda vieja. Recordemos que es posible que las tuberías y desagües de nuestra casa sean aún de acero galvanizado o de plomo. Esto hay que sustituirlo porque podrían ser perjudiciales para nuestra salud.
Además de cambiar a tuberías de PVC, también es interesante ver si necesitamos nuevas tomas de agua en cocinas y baños.
Mejorar la distribución
Las casas más antiguas no tenían nada que ver con las actuales en muchos puntos, pero sobre todo en el tema de la distribución. Hoy llevamos una vida completamente diferente, ya sea viviendo en familia, en pareja o solos. De esta forma, hay veces que esas distribuciones quedan completamente alejadas de nuestro estilo de vida.
Cuando hagas una nueva distribución, fíjate bien en la orientación de la vivienda para saber en qué lugares entra más luz, dónde hace más calor o cuál es la zona más silenciosa de la casa.
Aprovechar lo que la casa nos da
Parece que entrar en una casa antigua y reformarla es tirarla y empezarla de cero, pero lo cierto es que podemos aprovechar muchísimo los elementos antiguos. Intentemos recuperar y no tapar aquellos aspectos que pueden darle una personalidad diferente a nuestra casa. Por ejemplo, unas vigas recuperadas pueden ser estupendas, también una pared antigua de piedra para que quede vista. Intenta integrar estos elementos en tu nuevo hogar para hacerlo más acogedor y para que esa casa no pierda su esencia.
hace 1 año
Cosas más que evidentes, cuando reformas una casa antigua tienes que ver electricidad, fontanería, aislamiento y distribución, de sentido común.