5 errores al limpiar que (probablemente) estás cometiendo

Las mentes ordenadas no podemos evitar poner los tenedores con los tenedores, las cucharitas todas juntas, los cuchillos en un extremo y con la punta hacia abajo para no cortarnos... Pero, cuidado porque esta no es la mejor manera de limpiar tu vajilla. Si tu electrodoméstico es más o menos nuevo, revisa el manual y verás como te dice que los cubiertos en el lavavajillas mejor mezclados: de esa forma, unos no cubren a los otros y todos se quedan limpios y bien secos. Por cierto, los electrodomésticos también se limpian (revisa las instrucciones del fabricante para hacerlo como toca). No te quedes en la superficie que es lo que más se ve, profundiza en su limpieza... Con esto de que ahora todos los panelamos se nos olvida su interior. 

Esta ya te la sabías ¿o no? ¿No te ha pasado eso de ir a lavar el coche y secar con cualquier cosa los cristales quedándose peor que antes? Si lo haces a pleno sol el desastre puede ser monumental. Exactamente igual que con los cristales de tu casa. Ni se te ocurra limpiarlos un día soleado, o al menos no en las horas donde les de directamente el ¡Oh sole mío! Mejor hazlo a primera hora (o última). ¿Y qué le ponemos al agua? ¿Amoniaco, jabón, limpiacristales...? En realidad no hace falta nada. Solo una bayeta de microfibra para retirar la suciedad y un utensilio de secado (escobilla para secar) para no dejar ni rastro de agua. ¡Nada más! Se llevan mucho las puertas de vidrio y metal, incluso en interiores. Quédate con el truco y no te dará ningún palo limpiarlas. 

Sabemos que hay que quitar el polvo, pasar la aspiradora y la fregona por lo menos una vez a la semana pero, ¿qué pasa con las cortinas, los colchones o esas fundas del sofá que tienen muchas capas encima de su color original? No te vamos a pedir que todas las semanas, pero al menos una vez al mes debes pegarles un repaso. Las cortinas pueden aguantar 2 si no fumáis. Los colchones y sus fundas, hay que aspirarlos en cada cambio de estación (¡cómo mínimo!). ¿Te suena eso de los ácaros que viven en esos lugares? Ahí lo dejo, que sé que os pica todo. Lo dicho: Que no se nos olvide limpiarlos nunca más. 

Vale, para una visita rápida de la suegra nos sirven los dos. De un plumazo (nunca mejor dicho) se nos queda aparentemente limpia la casa. Pero solo aparentemente porque, como te imaginarás, lo que hacen ambos es desplazar el polvo o la suciedad pero no librarnos de ella. Si quieres que tu tiempo merezca la pena, en lugar de pasar el plumero y la escoba, usa una bayeta y un buen aspirador (mejor si es sin cable para que no te de ninguna pereza pasarlo). Recuerda: mueble que mojas, mueble que hay que secar. La aspiradora y sus filtros (por supuesto) ¡hay que limpiarlos también! Algunos suelos (como por ejemplo los de madera natural) que con un repaso de aspiradora semanal aguantan fenomenal. 

Cuando ya tengas limpia toda tu casa, no guardes sin más los trapos, tampoco lo hagas con la esponja de fregar. Considera limpiar siempre con agua caliente y unas gotas de lavavajillas los trapos, y secarlos al sol. En el caso de los cepillos de fregar mételos en el lavavajillas una vez a la semana, o al microondas 2 minutos en un recipiente (sí, no estamos locos, es una manera excelente de acabar con sus bacterias). Recuerda el trapo del baño no se usa en el wc, ni el de los muebles en la cocina. Cada uno para un sitio (aunque los limpies perfectamente). Zapatero a tus zapatos... Por cierto, lo de limpiar con guantes no es solo una manía para no estropear la manicura, piensa que toda la química y suciedad que tocas la absorbe tu piel. Es incómodo pero también deberías sumarlo a la lista de tareas pendientes. 

De todos estos errores ¿Cuál de todos confiesas cometer? Te invitamos a que nos los cuentes en comentarios.