Aire acondicionado y
ventilador de techo

Empezamos por lo básico: si no contamos con un sistema de aire acondicionado quizá sea el momento de ponernos a ello. Tened en cuenta que durante el verano nos encontraremos con temporada alta en este tipo de instalaciones, no es que nos cueste más caro, es que igual encontramos menos disponibilidad de instaladores. No es de extrañar, si todos decidimos ponernos aire acondicionado el mismo mes.
En cuanto a las opciones, todo dependerá de lo que quieras gastar y del tipo de casa que tengas. En las casas pequeñas, una máquina split suele ser más que suficiente. Simplemente hay que escoger modelos que tengan las frigorías o potencia adecuada para la zona que queremos refrigerar. Asimismo, aunque en casas grandes también podríamos contar con varios splits, una de las mejores opciones es la del aire por conductos. Ojo, esto requiere obra, así que si estamos interesados, quizá sea el momento de pedir presupuesto de aire por conductos para nuestra casa.
Si por las noches pasas calor pero no te gusta dormir con aire acondicionado, hay opciones que funcionan muy bien, como los ventiladores de techo. Son muy estéticos y consiguen bajar las temperaturas lo suficiente como para que en una noche calurosa podamos conciliar bien el sueño.
Materiales que puedan
aislarnos del exterior

Ante el calor (también ante el frío) la mejor forma de protegerse es una casa bien aislada. Si contactas con un profesional podrá darte muchísimas ideas al respecto, desde materiales aislantes para colocar entre las paredes de pladur, hasta revestimientos que harán tu casa un poco más fresca en verano. Entre esos materiales, hay que decir que, por ejemplo, las paredes de piedra y los techos de madera ayudan muchísimo. No es que al tener esto nuestra casa esté fresca al instante, pero sí es verdad que estaremos menos expuestos al aire caliente de fuera, y que, además, si contamos con un aire acondicionado, las estancias se mantendrán frescas mucho más tiempo con menos potencia y menos horas de uso, algo que reducirá nuestra factura a final de mes.
Es hora de cambiar las
ventajas

¿Sabes la cantidad de aire que se puede escapar de una casa con unas malas ventanas? Unas ventanas viejas que no aíslen pueden hacer que tu casa sea muchísimo más cálida o fresca. Las ventanas son la parte más importante de la casa en cuanto a pérdida energética se refiere. Es bueno, por tanto, revisarlas y ver si tenemos que apostar por modelos nuevos. Por ejemplo, las ventanas de PVC son una excelente opción para tener la casa protegida. Además, tampoco vendría mal el uso de modelos con doble acristalamiento, pues ganaremos confort térmico en cualquier estancia.
En esto de las ventajas hay muchos pequeños detalles que pueden darnos buenos resultados, como, por ejemplo, los vidrio con baja transmisión térmica o los modelos con rotura de puente térmico.
Espacios abiertos o
cerrados

Quizá te estés replanteando una redistribución de tu casa o es posible que quieras tirar algún tabique para unificar espacios. En principio, en los espacios abiertos el aire fluye más y hay menos posibilidad de que el calor se concentre. En una casa pequeña puede ser una excelente alternativa. Pero ojo, si contamos con un aparato de aire acondicionado, deberá estar pensado para el espacio total. Si tiramos un tabique, ampliamos espacio y nos quedamos con una máquina con la misma potencia, seguramente nos quedaremos cortos.
Si aun así quieres tener espacios abiertos, sin cambiar tu máquina de aire, quizá podrías colocar divisiones con paredes de cristal. El efecto visual de espacio abierto es el mismo, sólo que sigue existiendo una división y no necesitarás un aire acondicionado más potente.
Bonus track: decorar de
cara al verano

Aunque las propuestas anteriores hacen referencia a obras (más grandes o más pequeñas) también podemos decorar pensando en las temperaturas altas. Por ejemplo, el color de las paredes, en claro, así como el mobiliario, pueden influir en la sensación térmica dentro de tu hogar. Si usas muebles de madera controlarás la humedad de las habitaciones. Además, intenta, en la medida de lo posible, cambiar las fibras sintéticas por fibras naturales que también absorben el calor y la humedad.
Apuesta por textiles como el lino o el algodón. Quita alfombras y evita los sofás de cuero o piel sintética. No te olvides tampoco de unas buenas cortinas que puedan bloquear la entrada del sol en las horas más fuertes del día.
hace 3 años
Ayuda mucho a tomar decisiones