Compatir es vivir, pero cuando se trata del baño... la cosa se complica. No os culpéis, es un problema que se repite a menudo en muchos hogares. El aseo suele generar muchos conflictos tanto a la hora de utilizarlo como en lo relativo a su limpieza, el espacio para guardar y por supuesto, los turnos que corresponden a cada miembro de la familia. Para evitar conflictos y poder usar el baño sin daros codazos, aquí van 4 sugerencias de reformas que os permitirán compartirlo. Ponlas en practica y verás como la paz vuelve a tu casa.
De dos en dos

Si cada mañana a la hora punta de salir de casa todo el mundo necesita pasar por el lavabo ¿por qué no instalas dos? Un doble lavabo ocupa más espacio que uno (evidentemente) pero, es súper funcional y admite muchas posibilidades.
- Por ejemplo: en un baño amplio, podemos aprovechar para encargar un gran mueble compacto con mucha capacidad de almacenaje. Combinando cajones y puertas, podemos incluso repartirlos entre los miembros de la casa para que todo el mundo sepa dónde están sus cosas. Elige madera cuando quieras sumar calidez, o acabados más claros y brillantes cuando necesites que el conjunto se funda con la pared y parezca más ligero. Un espejo grande retroiluminado, será el complemento perfecto para que todos se puedan arreglar a la vez.

¿Y qué clase de lavabos podemos usar? Pues depende del espacio y de tus gustos personales. Por ejemplo en un baño más mini, interesa poner un modelo de sobreponer, para así dejar mucho espacio debajo en el que guardar. En los más amplios, tienes la opción de encastrarlos encajándolos en la encimera, o incluso colocarlos unos milímetros debajo para conseguir continuidad visual.
- Si encargas pilas y encimera de una sola pieza ocupando toda la pared, conseguirás un acabado muy decorativo, elegante y funcional. Además de la garantía de que no tendrás ningún problema de fugas en las uniones.
Integrados en el dormitorio

¿Cuántas veces nos ha pasado eso de querer maquillarnos y no poder porque nuestra pareja se está dando una ducha y está todo el espejo empañado? Una forma estupenda de conseguir que ambos podáis llegar a tiempo al trabajo (sin tener que hacer carreras para ocupar el baño antes que el otro) es dividir los espacios. Integrando la zona del lavabo en el dormitorio nadie perderá tiempo.
- Puedes hacer como en el baño de la fotografía. Fíjate: en un espacio mínimo disponen de un plato de ducha de gran tamaño y abundante luz natural gracias a sus paredes de cristal. Paredes que lindan con la zona del lavabo que además sirve de tocador. Para hacerlo con estilo, coordina colores y materiales. Así el conjunto se verá elegante y práctico.

Partiendo de un buen diseño previo te puedes plantear aprovechar un pasillo, derribar alguna pared o incluso levantar un muro para separar la zona de tocador-lavabo de la del baño. Las posibilidades son infinitas. La reforma de un baño supone un desembolso importante, por eso pide que hagan distintas simulaciones para acercarte lo máximo posible al baño que necesitáis. Esto te ayudará a hacerte una idea del resultado de la reforma y del coste final.
- En la fotografía detrás de la pared del lavabo se oculta un gran vestidor al que se accede gracias a una puerta-panel corredero. La zona más íntima se integra en un espacio independiente y el dormitorio se sitúa al fondo junto a las ventanas que dan al exterior.
¿Ducha o bañera?

Tener una ducha o una bañera es además de una cuestión de espacio y economía, un tema que depende mucho de los gustos personales. En el caso que nos ocupa, alguna que otra bronca habrá surgido en casa por el tema de los turnos o las preferencias.
- Ante el dilema de instalar una bañera o un plato de ducha, piensa que hay un inmenso catálogo de bañeras clásicas, modernas, exentas o incluso de hidromasaje. Los segundos, han evolucionado de tal forma que además de los clásicos de porcelana, los hay acrílicos, de resina, obra, microcemento, etc... con soluciones antideslizantes. ¿Has visto esos baños en los que las duchas son dobles? Con rociadores individuales en el techo, o columnas de ducha... son una solución ideal para ducharse en pareja.

En el caso de las familias, una opción muy práctica puede ser instalar una bañera y una ducha en un mismo baño. De nuevo la clave es la distribución, pero bien resuelta podemos aprovechar una pared para instalar la bañera (de la que disfrutarán de lo lindo los más peques de la casa), y una ducha en la pared opuesta para los mayores.
- Es el caso del baño que os estamos mostrando en ambas fotografías. Nos encanta su estilismo, el encanto de sus baldosas con motivos geométricos y la gran capacidad de almacenaje que consiguen integrando además de un lavabo con cajones, un mueble alto y unas estanterías voladas donde poner las toallas de cada uno.
Más soluciones que ocupan menos espacio

Ya te habrás dado cuenta de que cada centímetro cuenta, y más cuando son varias personas las que necesitan en ese justo momento el baño. Por eso es muy importante que cuentes con soluciones que ahorren espacio. Por ejemplo, las cisternas empotradas, inodoros suspendidos, griferías de pared, etc...
- Los modelos suspendidos son mucho más ligeros que los convencionales y aportan ligereza a baños de todos los tamaños. Utilizando un mismo pavimento antideslizante, el suelo del baño se puede prolongar hasta la ducha optimizando así el espacio.

Si la puerta de entrada al baño en un lugar de ser una clásica abatible es corredera, nos regala un jugoso espacio dentro para movernos varias personas más cómodamente. Lo mismo ocurre con la mampara en caso de disponer de una ducha.
- Elige entre la combinación de 1 fijo y 1 corredera, o varios fijos y varias correderas. De esta forma la puerta no molestará al que está utilizando la zona del lavabo ni restará espacio a la persona que en ese precioso momento necesite ducharse.