En este artículo
- La opción clásica: zonas comunes unificadas
- Solución para recibidores pequeños
- Un baño integrado en el dormitorio
- Un vestidor integrado
La opción clásica: zonas comunes unificadas
La opción más clásica, la que muchos queremos y la que muchos piden en sus proyectos de reformas: unificar la cocina con salón y comedor. ¿Por qué nos gusta? Porque evidentemente multiplicamos los metros cuadrados aunque sea de forma visual. No obstante, las ventajas de tirar muros entre la cocina y nuestro salón no se queda únicamente ahí. También contaremos con un espacio multifuncional en el que estaremos todos juntos, ya sea cuando organicemos una velada con familiares amigos o cuando estemos cocinando si queremos vigilar a los niños.
En esto de las cocinas abiertas al salón hay muchos detractores. La mayoría asegura que no soportaría el olor que se extiende. Siendo sinceros, una buena campana extractora ayuda con los humos. Además, tener una cocina en una habitación no impedirá que igualmente el olor de los alimentos se expanda por la casa.
Solución para recibidores pequeños
No siempre se puede hacer, pero si nuestro recibidor es muy pequeño y está junto al salón, comedor, salita, cocina o cualquier otra zona común, se puede tirar perfectamente ese tabique. Si quieres que siga existiendo una separación visual, puedes apostar por los cerramientos de cristal.
Con esta solución vamos a ampliar visualmente este espacio inicial. Además, con un cerramiento de cristal crearemos una división pero sin restar ni un poco de luz, que seguirá circulando.
Un baño integrado en el dormitorio
Los baños en la suite principal no son nuevos. No obstante, lo que sí se empieza a extender ahora es la simplificación de las divisiones entre ambas estancias. Lo veíamos con puertas de cristal correderas, que permitían tener una continuidad visual pero una división que, al mismo tiempo, permitiera la circulación de la luz. ¿Y si pudiéramos integrar por completo el baño al dormitorio? Simplemente colocando una mampara de ducha lograríamos tener la estanqueidad que requiere este elemento del baño. El lavabo podría estar sin problemas al aire.
Por un lado, ganaríamos mucho espacio visual, logrando crear un espacio mucho más confortable. Además, también sería muchísimo más funcional al tener nuestro baño a nuestro alcance, sin tener que andar.
Si sabemos que muchos son celosos de su intimidad, por lo que esta solución sólo es apta para aquellas personas que o viven solas o no tienen problema alguno en compartir esa intimidad con sus parejas.
Un vestidor integrado
Si somos amantes de los vestidores, y nuestra casa puede permitirse uno, podemos encontrarnos con varias opciones. Los hay quienes prefieren tener el vestidor en una habitación independiente, o incluso haciendo una pequeña separación, a modo de armario vestidor, dentro de la propia habitación. Nosotros, además, te proponemos tirar tabiques y unificar estas estancias. Crear así un espacio enorme en el que poder vestirnos y guardar nuestra ropa junto a la cama. Un concepto abierto que, como en este precioso trabajo, nos parece un acierto absoluto en estilo y comodidad.