3 formas de tener una ducha "invisible"

La mampara correcta

Una de las formas más sencillas de crear una ducha “invisible” es mediante una mampara. No obstante, esa mampara tiene que tener unas características; y es que las mamparas con mucha perfilería, por ejemplo, no dan esa sensación de invisibilidad. Es más apropiado optar por modelos lisos, con cristales completamente transparentes.
Los fijos de cristal funcionan muy bien. También las mamparas correderas que minimizan al máximo la perfilería. No estaremos ante una ducha invisible propiamente dicho, pero sí lograremos que nuestro plato de ducha se integre un poco más en el resto del entorno.
Platos de ducha extraplanos

Si queremos mayor sensación de amplitud y una ducha más integrada aún, además de usar una mampara de las características que hemos comentado anteriormente, podemos apostar por los platos de resina extraplanos.
Al ser platos de ducha extraplanos, pueden colocarse sobre el suelo o a ras de este para evitar cualquier barrera arquitectónica como incómodos escalones.
Estos platos están fabricados en resina con cargas minerales de primera calidad, es decir, que son productos altamente resistentes que, además, pueden incorporar capas de gel antideslizante y otros tratamientos que evitan resbalones y caídas.
Otra ventaja de este tipo de platos de ducha extraplanos de resina, es que se fabrican en una amplia variedad de colores. Esto significa que podremos encontrar un acabado que no desentone con el resto de alicatado. Además, hay muchas opciones de medidas adaptándose mejor que otros platos de ducha tradicionales a los espacios.
En cuanto al efecto, son platos que realmente parecen invisibles, pues perdemos esos cm que un plato convencional sube sobre el nivel del suelo.
Ducha de obra con inclinación aislante

Ahora piensa en cómo sería una ducha de pared a pared, sin importar medidas y a ras de suelo, revestida con el pavimento del resto de la estancia. Estamos hablando de las duchas de obra y son una verdadera maravilla porque convierten las duchas en algo completamente invisible e integrado con el entorno.
Estas duchas eliminan la barrera con el suelo y las paredes, usando una estética que ya se empleaba en las termas romanas y la antigüedad clásica. Ahora bien, para que esto sea posible, el suelo debe estar inclinado. Sin una inclinación adecuada no lograremos un desagüe correcto. Así, es un trabao que siempre debe realizar un profesional, pues de otra forma podríamos tener problemas de estancamiento de agua.
En cuanto a los revestimientos, como comentábamos, podemos usar los mismos que se usan en el resto de la estancia, desde porcelánico hasta microcemento. Ahora bien, tendiendo en cuenta que estamos ante una zona de agua, es recomendable buscar siempre materiales que nos ofrezcan cierto nivel de antideslizante. Comentemos siempre a nuestro proveedor la intención de realizar este tipo de obra para saber cuáles pueden ser las recomendaciones.
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Hace la estancia más limpia