El proyecto se plantea como solución a un complejo programa de deseos, sueños y necesidades que el cliente nos planteo.
El resultado es una arquitectura de un solo volumen anclado al terreno, de líneas rectas y simples. El programa se desarrolla en tres niveles: en el inferior, a nivel de la calle, se encuentran la zonas de acceso y el garaje, en los dos superiores localizamos el área de vida diurna (relacionada con el gran jardín, la piscina y el huerto) las nocturnas. La vivienda se muestra introvertida desplegando su encanto en el interior, donde predominan la sencillez y los tonos claros, convirtiéndose en un óptimo lugar de refugio y descanso.
El diálogo con el paisaje se establece gracias a las aperturas al exterior y la fachada acristalada; que bañan de luz el interior de la casa.
En este artículo
vista des de la calle
vista des del jardin
vista des de la piscina