Se trata de una vivenda divisible en dos zonas, las uso habitual (salón-comedor-estudio, cocina, y un dormitorio) orientadas todas ellas hacia el jardin y la piscina, y la de dormitorios ocasionales (para uso hijos, nietos...) más compactos y cerrados. El conjunto de la vivienda la conforma un plano plegado que genera los diferentes espacios cerrados y un porche en el que confluyen las estancias de uso habitual.
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