Esta vivienda surge como resultado de adaptar nuestra modular modelo 190 a las condiciones urbanísticas y a las necesidades del cliente.
La vivienda se caracteriza por un espacio destinado a salón-comedor-cocina, diáfano, acristalado profusamente, y en doble altura. La escalera en este espacio es la protagonista.
Al espacio a doble altura vuelcan los dormitorios a través de aberturas acristaladas, generando así una conexión de las estancias principales de la vivienda, con los cuales, además, generamos continuidad espacial.
El acabado de fachada se propone con paneles de cemento reforzado, remarcando el acceso de la vivienda con un cambio de material.
El interior de los espacios vivideros así como los baños se plantean en color blanco y negro.
La vivienda ha obtenido la licencia de obras y en breve esperamos comenzar la fabricación de la vivienda. En cuatro meses el cliente podrá disfrutar de esperada vivienda, y por supuesto de su piscina.
Caja de vidrio
La característica de la vivienda, deseo del cliente, es el profuso empleo de espacios acristalados, todos ellos protegidos adecuadamente con estores exteriores, en función de la orientación.
La fachada se termina con paneles de cemento reforzado blanco, contrastando con la carpintería exterior negra.
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Acceso remarcado
El acceso se enmarca con un cambio de material y color, para ello se dispone de un panelado en madera, en los cerramientos.
Interior en doble altura
El espacio en torno al cual gira la vivienda es el salón-comedor-cocina en doble altura, en el que la escalera cobra protagonismo.
A dicho espacio vuelcan los dormitorios de planta primera a través de un cerramiento acristalado, el cual puede cerrarse a voluntad con estores interiores.