Se trataba de desarrollar 4 viviendas en ladera a orillas del Río Miño en el Concello de Toén. La dificultad reside en situarlas a media ladera sin que la estructura fuese muy gravosa dentro del presupuesto de proyecto. En la solución se optó por una arquitectura sencilla de volúmenes rectos que contrastase con una naturaleza exuberante de ribera. Había que construir una atalaya que divisara en todo momento el río.
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