¿Cómo multiplicar 15 m²?

La estrategia y preocupación principal, era la de integrar y acoplar dos estilos de vida sin que entraran en conflicto, el trabajo en el estudio y la vida doméstica en el resto de la vivienda. Por esta razón, se consigue un espacio independiente y autosuficiente, que cuenta con dos mesas, almacenamiento modular,  puertas que son paneles expositivos, mobiliario multifuncional… con el único objetivo de no caer en el tópico de llevarse el trabajo a casa.

Un lugar aleatorio y confuso para ojos ajenos, es en realidad un espacio estudiado y lógico para el propietario, un artista productor de obras en 2D y alguna que otra escultura. Con una multitud de objetos en su haber y una gran diferencia de dimensiones, se necesita un almacenaje modular y hecho a medida que dé cabida tanta variedad. Por eso se crea un sistema de almacenaje en el que todo está estudiado: uso diario a nivel de suelo, uso periódico en altura, además se instala un patrón de colores en los interiores de los cajones, que nos indican que tipo de objeto había en su interior. Almacenaje accesible, funcional y fácil de utilizar.

Pero rodeados de tanto cajón y tanto artilugio, situaos en el centro de la estancia y mirad alrededor, estáis en un lugar despejado y fluido, en el que se respira de total libertad, y no es algo casual, el equipo de arquitectos se encargó de ubicar todas las unidades de uso en el perímetro de la estancia, concentrando todas las actividades alrededor de una zona abierta, relajada y libre de obstáculos, comodidad en todos los sentidos

Mantener una estancia tan reducida -15m² – despejada y recogida no es tarea fácil, pero con ingenio y ganas todo se consigue. Este estudio cuenta con un conjunto de muebles camaleónicos, que tan pronto sirven para dormir como para exponer la nueva colección.

Tras unos paneles correderos perforados, para colocar y exponer diferentes tamaños de obras, se encuentra un enorme espacio de almacenaje y además una cama, que a veces hará la función de descanso para el artista como de lugar para los invitados sorpresa. Las paredes, son paneles correderos que  se desplazan para poder distribuir sus obras por los diferentes puntos de la estancia, según la iluminación que les quiera dar. La mesa cuenta con cuatro ruedas, para que en el momento oportuno, se consiga una estancia libre, destinada a la exposición final. Pequeño lugar, repleto de sorpresas.

La calma y el punto doméstico lo aportan los materiales, tras una envolvente blanca, aparece un escenario de paredes y pavimento, compuesto por madera de abedul, un material sencillo y humano que tratado con un barniz incoloro, enfatiza su grano natural, y aporta un punto de carácter. Una combinación con un continente calmado y relajado para que cualquier contenido pueda convivir en plena armonía.

Y no nos olvidemos del gran aliado, la luz natural. Esta vivienda se ubica en un antiguo edificio, repleto de ventanales, y de manera estratégica, este estudio se sitúa en la fachada donde dos de las paredes están abiertas al exterior para aprovechar la luz en todas las direcciones, de todas las tonalidades y de diferentes momentos del día – porque se trabaja intermitentemente desde casa – un espacio que todo se proclama sencillo, practico y funcional.