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La solución aunque habitual, era muy complicada por varios motivos. Magnitud de la persiana, dificultad de acceso y obstáculos añadidos como el aire acondicionado.
No obstante, planificamos el trabajo primeramente para saber si era viable. Decidimos que sí y nos pusimos manos a la obra.
Fue verdaderamente complicado y peligroso, puesto que teníamos que desplazarnos por arriba a cinco metros del suelo por tablones apoyados en tabiques no demasiado fiables.
Por otro lado, estábamos confinados debajo en un espacio reducido y con la rejilla de ventilación de un equipo de aire acondicionado industrial echando todo el aire caliente en ese reducido espacio. En fin, duro, pero pudimos realizar nuestro trabajo finalmente como estaba previsto.
