Una buena manera de reducir nuestra factura de la luz es instalar una placa solar en nuestro tejado o jardín (si tenemos una vivienda unifamiliar, claro), algo relativamente sencillo y económico.
Por ejemplo, un kit básico para el autoconsumo, compuesto por un panel solar de 250W, un inversor y una estructura para montar en el techo viene a costar unos 600 euros. Su producción orientativa es de 350kWh al año, que es la cantidad de energía eléctrica que dejaríamos de pagar en la factura.
Haciendo un cálculo rápido, con el precio de la electricidad en torno a 0,13 euros/kWh (0,165 euros con impuestos), nos ahorraríamos casi 60 euros al año, así que en 10 años habremos amortizado la instalación, y los paneles tienen una vida útil estimada de 25 años.
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