Una casa de pueblo, tradicional y con una fuerte presencia de los muros de carga condiciona enormemente el espacio de esta casa de apenas cinco metros de anchura.
La excesiva compartimentación da paso a una nueva distribución donde prevalece la comunicación espacial no solamente en horizontal sino también en vertical.
La preocupación por mantener el carácter tradicional de la casa y la valoración y énfasis de los materiales del lugar han dado forma al proyecto, desde el primer momento.
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