Se respeta la tipología y el perfil edificatorio de la vivienda existente, planta baja, planta primera y entrecubierta, aumentando las alturas libres de las plantas baja y primera a 2,50 m., para así permitir un correcto uso de la vivienda, así como la de la entrecubierta. Así mismo, se iguala la cota del suelo de planta baja a la de la existente desde la calle en el punto de acceso a la vivienda, para eliminar la barrera arquitectónica existente. Los nuevos forjados se realizaron de hormigón, y la cubierta, inclinada y de teja cerámica, se soluciona a dos aguas con diferentes pendientes. La puerta de acceso a la vivienda no invade la acera al realizarse su apertura, así como las ventanas de la planta baja. La morfología de los huecos planteados en fachada armoniza con el entorno existente, así como los materiales y los distintos elementos constructivos, presentando la totalidad de todas las fachadas un carácter unitario.
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