La chimenea tenía el barniz levantando formando escamas debido a eflorescencias que se habían formado entre dicho barniz y el ladrillo visto debido a las sales solubles absorbidas por el mismo durante la fase de humectación-secado del ladrillo o durante su colocación y a que este era no eflorescido. Primero se ha realizado una limpieza y levantado del barniz mediante un cepillo metálico de púas. A continuación se han limpiado las eflorescencias mediante una disolución de agua y ácido clorhídrico. De seguido se procedió a hacer una limpieza a fondo de toda la chimenea con agua para eliminar cualquier resto de ácido clorhídrico. Y por último cuando la chimenea estuvo totalmente seca se procedió aplicar dos manos de revestimiento con esmalte sintético tono rojo inglés brillante. En las imágenes puede observarse el delicado resultado.
En este artículo