En una vivienda de más de treinta años, se quería reformar la cocina cambiando la ubicación de la caldera. Este cambio condicionó toda la obra, puesto que fue necesario sustituir las antiguas tuberías de hierro, cambiar parte de la instalación de la calefacción y fabricar un armario estanco para la caldera, que quedaba dentro de la vivienda, puesto que no hay balcones al exterior. Así mismo, se reformó la instalación eléctrica, se bajaron los techos, y se cambiaron suelos y revestimientos de paredes.
Hubo que intervenir en el baño a causa de las humedades y sustituir la bañera por un plato de ducha.
El carpintero intervino cambiando las antiguas puertas por unas más modernas y fabricando un armario en la entrada aprovechando un hueco de entrada a la cocina.
El resultado es una vivienda más espaciosa y moderna, con una mayor seguridad, porque la caldera queda dentro de un armario estanco y no hay tuberías de gas en el interior, y más salubre y eficiente porque se ha eliminado humedades y se ha mejorado el aislamiento del suelo y techo.
En este artículo
Aspecto de la cocina antes de la reforma.
Armario empotrado aprovechando el hueco de la antigua puerta de entrada a la cocina.
Cambio de bañera por plato de ducha. Se utilizó un revestimiento cerámico para la zona de ducha y suelo, pero el azulejo del resto del baño se pintó para abaratar costes.