Esta pequeña vivienda de 34 m2 cuenta con una distribución bien aprovechada, por lo que optamos por respetarla, con la salvedad de que derribamos los tabiques de la cocina, creando un concepto abierto que amplifica el espacio del salón. Una mesa a juego, pegada a la península de la cocina y desplazable, hace las veces de encimera o de mesa de comedor. Predominan las formas geométricas, limpias y puras. Los colores de las carpinterías, paredes y acabados son claros, para crear unos ambientes más ligeros, pulcros, espaciosos y luminosos. Ya no parecen sólo 34 m2...
En este artículo