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Layana es un pequeño municipio de la comarca de Las Cinco Villas con 125 habitantes censados, menos de 90 en invierno y unos 200 en verano. Pese a sus escasa población, Layana destaca por la construcción medieval que preside el pueblo, una torre del siglo XIII que por aquel entonces era empleada con fines defensivos. Su valor histórico y patrimonial eran innegables, pero se encontraba en un estado ruinoso hasta que en 1997 la Diputación Provincial de Zaragoza decidió invertir en la recuperación de la historia de este pueblo.
El coste de personal para conservar esta torre abierta al publico de forma permanente habría sido muy elevado, si tenemos en cuenta además la inversión que suponía su restauración. Sin embargo, la domótica permitió un mantenimiento más asequible y sencillo. Hoy Layana disfruta de un auge significativo del turismo gracias a la difusión de su Historia,que es a fin de cuentas el conocimiento de la Historia de la Corona de Aragón.
Tras siglos de abandono, la torre presentaba un estado lamentable con una de sus esquinas completamente derruida y con serios daños estructurales que amenazaban con su derrumbe. Teniendo en cuenta la escasez de recursos económicos y la enormidad de los trabajos de reconstrucción, la restauración del exterior se prolongó hasta el año 2007.
La domotización de la torre de Layana permite el acceso de visitantes incluso fuera de horario, o la entrada de personal para labores de mantenimiento.
Cuando un invitado accede al interior de la torre a través de una puerta eléctrica, debe introducir el precio indicado en un monedero electrónico y las cámaras se activan. Así se inicia el modo visita en la estancia. En ese momento una serie de secuencias van guiando al visitante con una serie de acciones secuenciales iniciadas por detectores de presencia que desarman automáticamente la Central de alarmas, dejando únicamente en vigilancia los detectores de incendios, sabotaje de cuadros eléctricos o TV, rotura de cristales o apertura de ventanas. En caso de producirse un problema de este tipo la torre queda protegida por un sistema de alarmas que cuenta con sirenas interiores y exteriores y manda avisos a dos personas del pueblo.
Si el sistema no detecta presencia en ninguna de las plantas, se activa el modo 'stand-by' hasta la siguiente visita. De esta forma se apagan todas las luces, incluidas las de la ruta de evacuación; apaga la música ambiente, reproductor, sistema de distribución de sonido y amplificadores y arma de nuevo la Central de alarmas.
Cuando la institución así lo decida, se programa el modo 'inicio-fin de la visita'. En ese momento se “desenchufan” los equipos multimedia: TV, reproductores de audio y video y sistema multiroom para minimizar consumos por stand by y alargar la vida de los aparatos. Éstos quedarán desconectados de la red hasta unos instantes antes de que empiece el horario de visita y se conecte el monedero. Así estarán preparados y en stand-by para iniciarse rápidamente cuando alguien introduzca una moneda para visitar la torre.
Se rearma la Central de alarmas que se activará en caso de intrusión.
La iluminación de cada planta y en la escalera es regulable y se activa cuando el sistema detecta la presencia del visitante. La instalación cuenta también con luminarias de emergencia integradas con KNX que permiten el envío de SMS en caso de alguna incidencia como fallo de lámpara o batería evitando la necesidad de inspecciones y simplificando el mantenimiento de la instalación.
Los turistas ven ambientada su experiencia con música que se distribuye por toda la torre gracias al sistema 'multiroom'. La domótica también permite un control inteligente de la televisión y los reproductores multimedia.