
De las dos propuestas que se presentaron se eligió la 2.
El baño original estaba mal distribuido presentando el inodoro en primer plano nada más abrir la puerta. En principio sólo se quería cambiar la bañera por una ducha con mampara.
La propuesta 1 es más conservadora, pudiendo mantener parte del alicatado y todos los sanitarios y mobiliario.
La opción 2 propone un cambio integral y radical, sustituyendo todos los revestimientos. Fue un acierto porque se pudieron descubrir muchos fallos ocultos: instalaciones defectuosas y nodos ocultos de insectos. El bidé finalmente no se colocó y la ventana se abrió en el lado ancho.

La bañera presentaba fugas y sus juntas estaban mal selladas y sobre-siliconadas. El azulejo típico de los años 90 presenta una estética obsoleta. La mampara tiene demasiada perfilería, dificultando su mantenimiento y limpieza,


Bidé e inodoro con detalle de antiguo alicatado y pavimentado

Mueble de lavabo desactualizado

Pavimento elegido en un gris intermedio

Alicatado elegido. En un formato apaisado y en blanco brillo, para intentar ampliar el espacio. El baño es muy pequeño y ajustado en dimensiones, se creyó apropiado jugar con los reflejos. El formato apaisado permitió un buen replanteo del reparto de piezas, que en muchos casos se disimularon y desaparecieron tras otras piezas, como el perfil de la nueva mampara.

Tanto el mueble del lavabo (con éste incluido) como el espejo, son de ikea. Cajones de gran capacidad y acabado en madera de roble, clara, con tinte blanco.

Se eligió el modelo Gap de la firma Roca, una línea de precio muy asequible que se destaca sobre las gamas más básicas.





