Esta vivienda situada en un edificio de los años 20 en Madrid, contaba con un gran potencial gracias a su estructura de acero estilizada.
La reforma consistió en dejar un gran salón-cocina, una habitación, un baño y un vestidor, sin dejar de lado en ningún momento la personalidad de la vivienda, dejando vista su estructura y su techo para que recuperara su esencia.


