Este proyecto supuso un gran reto ya que se trataba de un espacio impersonal y sin criterios compositivos. La clave de esta actuación fue la integración del salón, con la pérgola y la piscina al fondo, de manera que se disfruta la piscina incluso desde dentro de la vivienda. También mejoramos mucho la imagen de la entrada a la vivienda.
En cuanto a la elección de las especies vegetales fue un acierto la colocación de dos granados como especies significativas.




