El cliente necesitaba reformar algunas partes de la vivienda, así como solucionar un problema de deformación del forjado de cubierta y goteras.
Tras la visita de obra, se hizo un estudio de la situación y se le asesoró técnicamente y económicamente para resolver sus necesidades.
Una vez aceptado el presupuesto, se empezó con la obra. Los problemas nuevos detectados, se resolvieron con eficacia y celeridad, para reducir las molestias a los habitantes de la casa.
Una vez finalizado el trabajo, se recalcularon costes y se redujo la cantidad presupuestada inicialmente, permitiendo al propietario emplear ese dinero en otras partes de la casa.
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