Cada vez más los usuarios de los grandes edificios de oficinas demandan espacios adecuados para poder trasladarse en bicicleta o patinete desde sus casas a sus puestos de trabajo. La ciudad de Barcelona cuenta con una generosa red de carriles bici y es el momento de actualizar los interiores a los nuevos sistemas de movilidad que ya han invadido la ciudad. El encargo que nos hace "Colonial inmobiliaria" apuesta por este nuevo modelo de transporte sostenible y, partiendo de esta premisa, detecta la obsolescencia de un espacio en la planta sótano de su inmueble que hasta ahora estaba siendo infra utilizado como trastero.
La intervención pretende maximizar el área de aparcamiento para bicicletas y patinetes eléctricos, así como equipar este nuevo espacio con una zona de duchas y vestuarios que facilite y propicie el uso de los vehículos ligeros por parte de todos los usuarios. La estrategia formal pretende potenciar los materiales claros y reflectantes para contrarrestar la falta de luz natural y enfatizar el carácter tecnológico del nuevo aparcamiento. Sobre este fondo blanco, destacan algunos puntos de color, como la pared cerámica de los vestuarios que “desborda” hacia el aparcamiento orientando a los usuarios hacia los servicios, o algunas texturas contundentes como la pared de bloque de mortero rojo en contraste con las texturas más tersas y ligeras del suelo de hormigón pulido y de las chapas onduladas de las paredes.
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