Un encargo muy especial en el que hubo que proyectarlo todo desde cero.
La clienta acababa de comprar un piso que se había dividido en dos, y en su parte —completamente diáfana— no había cocina ni baño. Se trataba de una finca regia con mucho carácter, y las directrices eran muy claras, había que diseñar un espacio amplio y luminoso que respetase los elementos originales de la vivienda, pero dándoles un aire moderno y funcional que permitiese ceder todo el protagonismo a la pasión de su propietaria: el piano y su música.
Los 90 m2 de esta vivienda debían girar en torno a la música, por eso se proyectó e instaló un sistema de sonido que recorre toda la casa y cuenta con controles independientes en cada estancia, incluso en el baño, de inspiración retro, para poder relajarse en la bañera exenta escuchando buena música. La gran sala principal, presidida por el piano, también cuenta con un equipo audiovisual que incluye un proyector oculto en el techo que baja mediante un sistema hidráulico controlado por un mando a distancia. Las puertas, los grandes ventanales de madera y las vidrieras se restaura ron por completo, reforzando su aislamiento acústico. El clasicismo de es tos elementos realza la sobriedad del espacio, muy amplio y funcional, que se dividió en dos zonas: una de día formada por el salón y la cocina; y otra de noche, con las habitaciones y el amplio baño. Las dos zonas pueden aislarse mediante una gran corredera que se eleva hasta el techo y se desliza por una viga de refuerzo.
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