En este proyecto ayudamos a una mujer joven a darle vida a su salón, además de actualizar y optimizar la cocina. Se acababa de mudar a un piso de alquiler en el barrio de las letras y necesitaba sentirse a gusto en la casa. Sólo teníamos tres condiciones por su parte: ajustar el presupuesto y mantener tanto el sofá de piel granate como un armario blanco.
El piso, un bajo interior, apenas contaba con aporte de luz natural y las carpintería interiores en sapeli potenciaban esa oscuridad.
Para dejar entrar la luz en la estancia utilizamos dos recursos: priorizar el color blanco en carpinterías y mobiliario, y utilizar el material de espejo como elemento para reflejar la luz y potenciar las dimensiones del espacio.
Todo el trabajo en la casa se hizo en una sola jornada, tuvimos que ir contrarreloj… sacar muebles viejos, montar los nuevos, pintar, instalar, etc.
- Etiquetas descriptivas:
- técnicos, decoradores, antes y después
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