Consiste en la devastación de una fina capa del suelo, en zonas estrechas como escaleras, que están muy deterioradas por su uso y desgaste. Cuando un suelo de mármol o terrazo ha perdido su brillo natural o cuando hay manchas que no salen con las tecnicas de limpieza habituales, el tratamiento que podemos utilizar es el pulido. Con este tratamiento podremos restaurar el suelo dejandolo en condiciones excepcionales, con brillo y sin ninguna mancha o resaltes que con el paso del tiempo se crean.
En este artículo