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Para la zona living nos decidimos por un sofá grande en tonos grises, junto con una butaca de diseño y un aparador blanco de líneas rectas. La mesa de centro es una pieza de diseño acabada en chapa natural, contrarresta el efecto frío de la laca con la calidez de la madera.Aprovechando los más de cinco metros de altura que tenía esa parte del salón, optamos por colocar dos enormes cuadros para hacer de ese rincón un espacio único.

Completamos la zona living con un aparador lavado en blanco mate, ya que nuestros clientes disponían de otra estancia para ver la televisión, este espacio lo destinamos al almacenaje.

Para la zona de lectura, nos decantamos por elementos básicos, un sillón relax en piel espesorada, una mesita auxiliar y una estantería, todo blanco. Y le dimos el toque con una alfombra redonda que además de vestir el espacio nos ayuda a delimitarlo.


Para la zona comedor, elegimos una mesa de centro de gran tamaño, dos metros, con el pie lacado y el sobre transparente, acompañada por sillas con estructura cromo y tapizadas en color blanco. Es una combinación sencilla que aporta diseño pero sin cargar el espacio visualmente. Completamos con dos vitrinas en tonos neutros para cubrir la función de almacenaje tan necesaria siempre y terminamos de vestir la zona con un papel pintado con textura en tonos grises y marrones, y una alfombra en color natural.

Para el dormitorio principal seleccionamos una cama de 2x2 con cabecero tapizado en ecopiel color champán y las mesitas lacadas a juego. Buscando el contraste optamos por unas lámparas en color negro para las mesitas, esta combinación resulta siempre elegante y neutra; Y una de hilos de seda para el techo.
Enfrente pusimos un espejo en la misma laca, vestimos la estancia con unas cortinas en tejido natural y tonos tostados, y el último toque lo dimos con una pareja de cuadros con una pincelada del color preferido de nuestros clientes, el azul.


En el dormitorio de los más peques colocamos una cama nido, una divertida estantería con forma de escalera combinada en los mismos colores, dos puf y una alfombra para que puedan jugar cómodamente.

Para el dormitorio del hijo mayor, optamos por un dormitorio single, con cama de 135 cm, mesitas iguales en modelo pero desiguales en altura, estanterías en tonos grises a juego con la cama y un cuadro con su color preferido: el amarillo.