Al norte de Alicante se sitúa esta finca familiar datada del siglo XVI, que incluso da nombre a parte del territorio en el que se ubica. El paisaje es árido y agreste, propio del sur de España donde la tierra es blanca y seca. En ella, el estudio de paisajismo David Jiménez construye este oasis de matices y recuerdos.
Canteras y tierras de secano
La Torreta de Bayona se dedicó hasta mediados del siglo XX a la explotación de sus canteras y tierras de secano, almendros y olivos principalmente. Con el declive de la agricultura, reorientó su negocio a la organización de eventos. Este cambio en el programa, hizo imprescindible crear un proyecto paisajístico que organizase el espacio exterior. El proyecto se enfrentaba a un jardín de 8.500 metros cuadrados y tenía además que solucionar cuestiones técnicas y logísticas imprescindibles a la hora de trabajar en una finca de más 15 hectáreas.
En este artículo
- El lago y el mito del oasis
- Un jardín que cambia con las estaciones
- Vegetación autóctona
- La pinada, el territorio inalterable
El lago y el mito del oasis
En
numerosos puntos del sureste español aun se mantienen técnicas de riego
de la época árabe, tales como el uso de acequias y el riego a “manta”.
El sistema consiste en el riego mediante la inundación del campo de
cultivo con grandes masas de agua. Esta técnica aún se utiliza en los
campos de La Torreta de Bayona y aunque ya no se explotan
económicamente, era imprescindible dentro del programa del proyecto la
construcción de una nueva balsa de riego. Esta necesidad, junto con el
hecho de dar sentido al jardín, dio como resultado un proyecto que habla
del oasis como fuente de vida. El territorio agreste se transforma en
un paraje verde con reflejos y matices. Un lugar de espacios oníricos
que nos alejan del territorio seco existente tras las masas vegetales.
El proyecto se fundamenta por tanto, en la construcción de un lago que además servirá como balsa de riego y que será el corazón de este gran jardín mediterráneo que a modo de oasis atraerá vida al lugar. El lago cuenta con mas de 2.100 metros cúbicos y tiene una profundidad media de 120 cm. Sus límites se desdibujan gracias al uso de gramíneas como el Pennisetum rubrum, Stipa tenuissima o Calamagrostis. Además se utiliza el Juniperus pfitzeriana que contrasta con las gramíneas gracias a sus tonos verdes y azules
Un jardín que cambia con las estaciones
El lago está concebido como un espacio para ser visto y descubierto, especialmente su algarrobo centenario que a modo de escultura viva preside una de sus dos islas. Un camino en ocasiones ancho y natural y en otras estrecho y difícil, recorre el jardín y nos lo muestra. Las copas de los arboles especialmente la Tipuana tipu, el Brachychiton rupestris, o la Jacaranda mimosifolia; los arbustos como el Callistemon, el Nerium oleander o la Russelia junto con las piedras, dificultan la visión del lago. Una visión que cambia en función de la estación del año, siendo este un jardín sumamente estacional.
Vegetación autóctona
El jardín, aunque implantado en un
territorio agreste, no deja de tener vegetación propia de este clima y
por lo tanto evolucionará diluyéndose en el paisaje, convirtiendo esta
actuación paisajista en parte del paisaje primigenio.
La pinada, el territorio inalterable
Todo espacio abierto tiene su espacio cerrado complementario, en este caso el lago como espacio abierto e intransitable se contrapone con una pinada que tamiza la luz. La pinada funciona como charnela entre el espacio salvaje y natural del lago y la explanada para celebraciones. Los pinos, a modo de pequeñas columnas soportan un techo vegetal rico en matices y vida. Un espacio de atmósfera poderosa, transitable y agradable. Se crea por tanto un espacio ambivalente entre el lleno y el vacío; dando como resultado un paisaje para recorrer y observar.
Este jardín contiene:
Ceratonia siliqua, Olea europaea L, Jacaranda mimosifolia, Pinus pinea L, Pinus halepensis Mill, Cupressus sempervirens, Phoenix dactylifera, Washingtonia robusta, Gaura lindheimeri, Rosmarinus officinalis ‘Prostratus’, Pittosporum tobira, Polygala myrtifolia, Hibiscus rosa-sinensis, Lavandula angustifolia, Pennisetum rubrum, Juniperus pfitzeriana, Calamagrostis x acutiflora, Teucrium fruticans, brachychiton rupestris, Stipa tenuissima, Tipuana tipu…
Imágenes vía: David Jiménez
hace 8 años
Desconocía la existencia de este lugar. Me parece una maravilla, un cambio espectacular. Mucho mejor ahora.
hace 8 años
Me parece un sitio mágico completamente. Un rincón muy especial y único. Sin duda sería el lugar ideal para darse el sí quiero. Precioso.
hace 8 años
Un cambio espectacular, lo único que me preocupa es el gasto de agua en un sitio tan árido...
hace 8 años
Gracias Nino, Mario78 y Nea30. Nino, el consumo de agua es reducido, ya que el lago cumple la función de balsa de riego para la finca, condición imprescindible para construir el proyecto.
hace 8 años
Qué preciosidad, me encanta! Daría gusto estar allí.
hace 8 años
Estoy con Toñi donde esté la naturaleza que se quite lo demás! Y muy útiles estas ideas que nos ayudan a generar nuestro propio jardín o incluso oasis a todos aquellos que tengan la oportunidad!
hace 8 años
Gracias Salomé, es un placer compartir con vosotros la pasión por el paisaje :)