Aunque él estaba contento en general con su piso, ella necesitaba actualizarlo para hacérselo más suyo, y ahora que los niños ya no eran tan pequeños, empezaba a ser un buen momento para ello.
Ésta fue la base sobre la que empezamos a trabajar, aunque poco después se añadieron nuevas razones para desear disfrutar de una casa mejor: el teletrabajo y los confinamientos, así como también la relación que se quería potenciar entre padres e hijos. Con este trasfondo, se decidió intervenir en el dormitorio con baño suite de los padres, para que fuera más bonito, agradable y funcional, para que ganara espacio de almacenamiento con un nuevo armario y para que el aseo diario se produjera en un ambiente sereno y ordenado.
También encontramos la forma de ganar otro armario más en el distribuidor sin que el baño de los niños perdiera ni un ápice de la funcionalidad que ya tenía y además este baño se volvió más divertido, moderno y práctico para el día a día.
El salón se amuebló de nuevo, con tonos muy neutros y con un estilo de líneas rectas con algo de minimal y noble al mismo tiempo. Aunque la cocina siempre había estado aislada en esta vivienda, optamos por crear una abertura flexible, que pudiera cerrarse cuando se quisiera pero que permitiera la comunicación con el salón y funcionara también como pasa-platos.
Finalmente se modificaron el recibidor y la distribución de la cocina para que fueran espacios muy neutros, bonitos, funcionales y se adaptaran bien al estilo de vida de la familia.
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