Jardín privado interior que aspira al carácter relacional del espacio público.
La intervención es una arquitectura reactiva a la hostilidad de las condiciones urbanas de su emplazamiento. Un cruce de calles impersonales con alta afluencia de tráfico es compensado mediante un paisaje interior apaciguado y naturalizado para el encuentro colectivo.
En el sur de España, este tipo de establecimientos constituyen un verdadero espacio discursivo, relacional y de encuentro entre las personas que lo hacen muy próximo a las características del espacio público. La propuesta pretende reforzar este aspecto, construyendo un jardín interior que indaga los aspectos relevantes de esta característica social, diluyendo los límites y barreras que caracterizan al espacio privativo y configurando transversalidades entre la gastronomía artesana, la cultura urbana, el paisaje y el bienestar mental y sensorial.
Se trabaja la dilución de limites o barreras en diferentes grados: interior-exterior, trabajadores-clientes, clientes-clientes, clientes-productos.
El interior-exterior se vuelve transparente y bidireccional a través de grandes paños de vidrio aislantes. Desde la hostilidad exterior, la fachada muestra el contraste de un paisaje seccionado que revela la serenidad de un jardín interior, y desde el interior, una forma contemplativa y silenciosa del paisaje exterior agitado y en movimiento que nos hace reflexionar críticamente sobre el mismo.
La adecuada disposición, geometría y altura media de un sistema de barras continuas ayudan a desdibujar los límites del espacio entre trabajadores-clientes y a fomentar la comunicación entre grupos de clientes, aspectos propios de la informalidad y el desenfado de la cultura urbana. Se cuestiona por un lado, el sistema convencional de mesas y sillas que encierran círculos sociales y hermetizan la comunicación entre grupos, y por otro, el sistema de barras altas que crean barreras psico-físicas entre trabajadores y clientes.
Así mismo, la disposición democrática de los productos por todo el espacio, nos acerca más a una característica de un lugar abierto háptico, donde los límites entre producto y cliente desaparecen por su estrecha cercanía.
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