La pequeña sala para exposiciones temporales, insertada en los jardines del arsenal de Venecia, surge como interferencia entre dos diciplinas, la escultura, y la arquitectura, y el deseo de ambas, de hacerse realidad la una a la otra. El proyecto surge previamente en el campo de la escultura, (pertenece a un ejercicio propio ejecutado anteriormente) y en el tránsito a la arquitectura se le aplica un factor de escala, de materialidad y de espacio, de manera que aloja en su interior la pequeña sala de exposición. tiene una entrada y una salida, y lo que ocurre en su interior es competencia exclusiva de cada exposición. Por fuera, la tectónica monolítica de la pieza negra es perturbada por una raja poligonal que recorre cada alzado. los muros cambian de sección para albergar instalaciones, almacenes, aseos y guardarropa.
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