El cliente acababa de comprar un piso señorial en bastante buen estado en una finca regia de estilo modernista del Ensanche, así que solo quería actualizarlo mínimamente. Con el fin de respetar al máximo el carácter arquitectónico de la vivienda, se optó por restaurar sus elementos originales: los suelos de mosaico Nolla, las molduras, los frisos y las vidrieras, así como las puertas de pino, las vitrinas de nogal y las mesas de mármol.
La cocina y los baños se renovaron, y se instaló una luz perimetral en las cornisas para dotar al espacio de un aspecto más moderno y funcional.
La base era tan buena que el acabado final fue espectacular.
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