En este artículo
- Intensas precipitaciones y sus consecuencias
- Las humedades más comunes tras las lluvias
- Actuar cuanto antes: señales de alerta
Intensas precipitaciones y sus
consecuencias
Las lluvias desmedidas dejan una serie de desperfectos y un deterioro en las construcciones en parte debido al agua que contiene el terreno y que este no puede absorber del todo. Es así como se producen las humedades más comunes de estos meses otoñales: las patologías de capilaridad en planta baja y filtración lateral que especialmente hacen acto de presencia en estancias como sótanos, trasteros y garajes.
Las humedades más comunes tras
las lluvias
Las humedades por capilaridad aparecen porque el terreno tiene que absorber mucha humedad y los muros de los edificios –que poseen una gran capacidad de absorción del agua subterránea– filtran el agua como si fuera una esponja. Y es, justo en ese momento, cuando los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, provocando humedades que pueden llegar al metro y medio de altura.
Por su parte, las humedades por filtraciones laterales surgen cuando el agua presente al otro lado de un muro penetra dentro del edificio a través de la pared de forma lateral. Por ello, todas las estancias en contacto directo con la tierra sobre la que esté construida el edificio son muy sensibles a padecer este tipo de humedades.
También hay que tener en cuenta que un fuerte contraste térmico entre exterior e interior, unido a una deficiente o nula ventilación, puede producir humedad por condensación. Este fenómeno se genera cuando se produce un excesivo nivel de vapor de agua en el ambiente: es importante saberlo a la hora de plantearnos cómo reparar humedades en la pared.
Actuar cuanto antes: señales de alerta
En el caso de las humedades de tipo estructural, estas se manifiestan en forma de salitre en las paredes, desconchones, hongos o moho en esquinas superiores y marcos de ventanas y, sobre todo, con ese característico olor a humedad que envuelve todo el espacio.
Señales de alarma que indican que no hay que perder ni un instante en ponerse manos a la obra con los profesionales para que estos lleven a cabo un diagnóstico a tiempo. Con ello, darán con la solución necesaria para acabar con el problema de las humedades de raíz.
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