Las 3 R para apostar por la sostenibilidad en tus muebles

¿Sabes lo que significan las "3 erres"? Reducir, reciclar, reutilizar. Los pilares para llevar una vida más sostenible. Conscientes de la importancia de cuidar al planeta y a la vez, reducir el gasto, ponemos el foco en los muebles, y te damos las claves para que ahorres a la vez que cuidas del medio ambiente.
- Las 3 erres en el día a día de las personas
- Sigue usando los mismos muebles
- Customizar muebles
- Soluciones modulares
- Apuesta por la multifuncionalidad
- Regala lo que ya no te sirva
- Revende
Las 3 erres en el día a día de las personas

En los últimos años nos hemos dado cuenta de lo vulnerables que somos frente a los cambios de la naturaleza y en cómo afectan directamente a nuestro modo de vida. Los recursos son escasos, ya no valen las excusas. Todos debemos hacer cambios sustanciales en nuestro día a día. Llevarlos a cabo nos reclama un consumo mucho más responsable, que además nos ayuda a ahorrar mucho dinero a final de año. Por eso, nos parece una estupenda idea que aprendas a dar una nueva vida a esos muebles olvidados que tienes en casa, el trastero o el garaje, o que te ronda por la cabeza tirar a la basura. ¡Al contenedor nunca! Se pueden reciclar, reusar, customizar y una larga lista de cosas que los mantenga en circulación otra vez, antes de que acaben tirados. ¿Te faltan ideas? No te preocupes, te las damos.
Sigue usando los mismos muebles

Los muebles (igual que el vidrio) pueden tener muchas vidas. Solo tienes que ponerle un poquito de ganas y seguir alguno de los miles de tutoriales que podrás encontrar online para customizarlos, adaptarlos a tus nuevas necesidades o modularlos de tal forma que sean ellos los que se adapten a tu vida. No al revés. Merece la pena invertir en productos que nos echan una mano para que se mantengan como nuevos, como un bote de barniz para los muebles de la terraza (VÅRDA, 8€), o un limpiador para sofás de piel (ABSORB, 19€), antes que hacer el gasto de comprarlos nuevos cada pocos años.
Customizar muebles

Es la palabra más correcta para hablar de lo que muchos conocen como "hackear un mueble" y de eso tenemos toneladas de ejemplos usando los muebles de IKEA. Puedes pintarlos, decaparlos, cambiarle los tiradores, ponerle patas, adhesivos que imitan materiales como mármol, piedra, azulejos... Hacerles de todo para que te gusten más y se adapten a tus nuevos gustos o necesidades. En el caso de los muebles de madera maciza se multiplican las opciones. ¿Has visto los hackeos de la cómoda HEMNES, el armario IVAR, o la mesita TARVA? Un planazo para el próximo día que tengas libre.
Soluciones modulares

En lugar de comprar un mueble cada vez que tus necesidades cambian, es mucho mejor apostar por una pieza que se pueda adaptar a tus nuevas necesidades. Te pongo un ejemplo: las camas de los niños. En vez de cambiar varias veces, apuesta desde el principio por una cama extensible que pegue el estirón con tus hijos, sin que se resienta tu cartera. SUNDVIK (199€) por ejemplo, tiene una longitud mínima de 137 y una máxima de 207 cm, con 100 kg de peso máximo. Desde luego da para muchas "crecidas". ¿Más ejemplos? Tu despacho. Ahora que trabajamos mucho en casa es normal que te falte sitio para guardar. ¿Solución? Muebles que crezcan a lo alto y/o a lo ancho. La serie BESTA, es perfecta para esto, también IVAR o PLATSA porque se adaptan al hueco y te regalan todo el espacio que te hace falta para guardar, sin tirar la casa por la ventana.
Apuesta por la multifuncionalidad

No te quedes con el uso común de las cosas, siempre se puede ir más allá. Un taburete se puede convertir en una mesa de diseño, unas cajas de madera apiladas en un zapatero, una escalerilla en una mesita de noche. ¿No te lo crees? Hay un montón de ejemplos de muebles usados de manera multifuncional. Echa un vistazo a estas 5 maneras de utilizar para otra cosa, que no sean zapatos, los zapateros TRONES. Lo hemos visto como cabezal de cama (mira la foto), mueble bar, macetero y hasta mueble de TV. Si te hace falta, puedes ampliar el espacio de almacenaje apilando varios o colocándolos uno al lado del otro. Imagina todo lo que da de sí este mueble hecho de plástico polipropileno reciclado al 20% como mínimo. Abre la mente y sé creativo. Merece mucho la pena estimular el interés por vivir de una forma mucho más circular.
Regala lo que ya no te sirva

Si no lo vas a gastar porque ya no te hace falta o no lo quieres personalizar, no pasa nada. Quizás no te apetezca o no te veas preparado (aunque hay muchos "hackeos" en los que ni siquiera se usan herramientas). Tú decides qué hacer con ellos, pero por favor no lo tires a la basura. Hay muchas opciones para regalar o donar esos muebles que no quieres. Pregunta a familiares o amigos, o habla con los servicios sociales, seguro que le encuentran un nuevo hogar en el que ese mueble que a ti ya no te hace papel, siga siendo útil para alguien.
Revende

Si crees que ese mueble que a ti ya no te sirve puede tener un valor, tienes también la opción de venderlo. Por si no lo sabías, IKEA tiene un servicio de compra/venta de muebles de segunda mano: "Circular Hub". Ellos lo tasan, tú lo llevas a la tienda, y te dan una tarjeta regalo para que te gastes su importe en otro mueble que necesites. Es fácil, rápido y más cómodo que ponerlo a la venta por tu cuenta. Piensa que liberar tu casa de cosas que no necesitas y poner un poco de orden siempre "es bien". Cambios pequeños o grandes que hacen que la cabeza también se ordene y todo funcione un poquito mejor.
Haz la prueba comprando menos y con vistas a futuro, reduciendo todo lo que puedas, dando usos alternativos para las cosas, personalizando lo que ya no te gusta y vendiendo/donando/regalando lo que no quieras. Vivir una vida más sostenible puede suponer un gran beneficio y satisfacción personal. Además, contribuyen a un impacto positivo en el planeta.
¿Y tú, qué haces cuando un mueble no te gusta o no te sirve? ¿Has hecho cambios en casa para llevar una vida más sencilla y sostenible? Os leemos.