La idea de un apartamento de playa conduce a pensar en formas descomplicadas de habitar, a materiales sencillos, luminosidad y calidez. Todo ello, sin renunciar, por supuesto, ni a la comodidad ni al estilo. Por eso hoy os traemos este proyecto de SALTO proyectos.
Además de incorporar todas las representaciones de lo que para nosotros es “lo mediterráneo”, este proyecto se enfrentaba a un reto complicado: el de transformar funcionalmente un espacio que inicialmente fue pensado para albergar una peluquería. En concreto, el punto de partida era un antiguo local comercial ubicado en la primera planta de un edificio tradicional del centro histórico de Marbella.
Los huecos a la calle eran cuatro grandes escaparates de formas cuadradas, de suelo a techo, que condicionaban la imagen urbana del edificio. Pero, además de ello, obligaban a un diseño diferente y al uso de materiales que ayudaran en aquellas cuestiones relacionadas con el control de la privacidad, el ruido exterior y la iluminación para el uso doméstico.
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Unos grandes ventanales muy bien aprovechados
La primera apuesta del proyecto fue la cualificación material y funcional de estos grandes huecos en las fachadas. En primer lugar, se sustituyeron las antiguas carpinterías fijas y se añadieron contraventanas. De esta manera se conseguía controlar adecuadamente tres aspectos fundamentales: la insolación, el ruido ambiental exterior y las vistas a la calle.
En segundo lugar, se aprovechó la parte inferior de esos grandes ventanales para la instalación de una sencilla bancada corrida que, a pesar de ocupar toda la pared, resulta muy ligera visualmente. Gracias a ella se crea un amplio espacio para el descanso o la lectura. A la vez, se conseguía algo tan imprescindible como una gran capacidad de almacenamiento, sin que ello significara perder metros cuadrados.
Materiales con identidad
Más allá de los ventanales, el segundo foco de atención en esta reforma era la reelaboración de la identidad material. Para conseguirlo se emplearon elementos de construcción tradicionales, pero con nuevas aplicaciones. Ese es, por ejemplo, el caso del azulejo esquinero que se usa para dar textura al muro curvo que separa el dormitorio de la zona de estar y que proporciona un toque muy actual.
Se trata de un muro en blanco que refleja la luz, pero que también crea contraste con el suelo cerámico de un tono terracota intenso, tan típico en viviendas tradicionales. Ese es, precisamente, otro de los elementos que dan personalidad propia a este apartamento, junto a la combinación de azul y negro del mobiliario de cocina. Es, en este caso, un mobiliario compacto de líneas rectas y tan simples como las de la bancada.
Dos aspectos más que cabe destacar. Por una parte, puertas correderas también en blanco sirven para dar intimidad a los diferentes ambientes del apartamento o, al contrario, para proporcionar una sensación de continuidad entre espacios. Por otra parte, se ha buscado una iluminación sencilla pero funcional con lámparas de techo de líneas muy sencillas.
Son los aspectos básicos de un proyecto que ha permitido transformar un local comercial en una vivienda de diseño, moderna, cómoda y muy funcional, a pesar de las dificultades que entrañaban las características de un espacio, en principio, dedicado a una actividad comercial.