En este artículo
En un edificio de más de cien años se emplaza, en una segunda altura y con vistas hacia la Gran Vía de Valencia esta vivienda cuyo estado inicial es un laberinto de pequeñas habitaciones y pasillos intrincados, todo en unos escasos 65 metros cuadrados.
El objetivo de la reforma es convertir la vivienda en un espacio abierto para una pareja joven, que sea capaz de crear espacios amables, amplios y luminosos. Además se pretende potenciar los elementos más característicos de estos espacios, destacando y combinando elementos constructivos típicos de la época con el aspecto renovado que se pretende conseguir.
La vivienda se distribuye con los espacios necesarios en lo mínimo divididos; la única división mediante elementos constructivos será el aseo, siendo el resto divido mediante mobiliario o quedando abierto.
La zona de ducha, vestidor y lavabo se separa del resto de la vivienda por un fino límite, una simple persiana veneciana que permite cerrar la visión cuando se necesita y mantenerla abierto la mayoría del tiempo cuando no es necesario.
El inodoro se encuentra en un espacio cerrado, siendo el único espacio separado de la vivienda.
Para la mesita de noche se ha utilizado elementos de organización de estudio.