Este singular hotel, se ha construido en una casa histórica del S. XVII, en Portugal. Se ha reconvertido en un hotel de diseño, donde se unen la tradición, tecnología y la historia del vino. Con un diseño, basado en la sostenibilidad en sus 18 habitaciones. Cada habitación ha sido personalizada con un diseño diferente para crear una experiencia muy especial.
Un añexo que va rotando
Un anexo de este hotel, en acero (18 toneladas de peso), donde se encuentran las 5 suites, va rotando a lo largo del día, movida por energía solar, ofreciendo una panorámica cambiante. Otra zona, es la Enoteca, donde se puede degustar una amplia carta de vinos de la zona.
- Etiquetas descriptivas:
- técnicos, decoradores
3 Comentarios
Siempre que viajo intento alojarme en hoteles boutique. Tienen un algo especial que no se pude aguantar. Mirad este, en concreto. Me alojé aquí hace un par de años, durante un viaje a Rumanía. Está en Brasov, totalmente recomendable también.
Lo del anexo rotatorio me parece una pasada. Aunque igual me daría un poco de miedo. Madre mía Fede, menuda suite! Espectacular.
Está chulo pero lo prefiero con vistas que con decoración impresionante. Tipo esto!