Aunque nuestra intervención se limitó a finalizar la construcción de un edificio y sus zonas comunes, este hecho no nos impidió incorporar algunas medidas de ahorro. En el apartado energético se incrementó el aislamiento de cubierta , con grosores de 4+4 cm de poliestireno expandido, y se incorporaron protecciones solares orientables en fachada mediante persianas Griesser. Para mejorar la gestión del agua se instalaron mecanismos de ahorro básicos (difusores, reductores de cabal, doble descarga, etc.) tanto en el edificio como en las zonas ajardinadas, donde se construyó un jardín sostenible de gravas y aromáticas autóctonas con riego gota a gota.
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