Escritorios juveniles: cómo preparar el espacio para los estudiantes de la casa

Siempre que sea posible debe ser una habitación con luz natural. Algunos prefieren poner la mesa de trabajo debajo de la ventana, para evitar las sombras y disfrutar de las vistas en cada necesario descanso visual. Otros prefieren colocar el escritorio perpendicular a ella, para obtener así dos espacios de trabajo (uno por cada lado), que no compitan por la luz. Lo que no te recomendamos nunca es que lo coloques de espaldas a una ventana. Si la planta es muy estrecha o tiene formas un poco peculiares (ángulos, paredes curvas), te será de gran ayuda trabajar sobre plano. De esa manera podrás cuadrar bien el tamaño de la mesa, y del resto de elementos de almacenaje que a buen seguro vas a necesitar. Es básico tamizar la luz solar en función de la orientación del cuarto. Utilizar paneles fijos de cristal permitirá optimizar la luz natural en espacios difíciles. 

La mesa debe ser, además de fácil de mantener, acorde al tamaño del cuarto. Trabajando con el PC quizás no necesites demasiado ancho. Para que te hagas una idea el mínimo recomendado es de 60 cm. ¿Puede ser menos? Si el espacio lo exige, sí. Los que usan mucho el ordenador o portátil deben controlar la distancia de observación. Si no queremos que sufran los ojos hay que respetar un mínimo 35 cm. De todas formas para acomodarse al milímetro al espacio libre, las baldas voladas y a medida son ideales. En cuanto a la altura (depende del tamaño del estudiante): 73 cm suele ser la medida estándar. Para la silla merece siempre la pena invertir en un modelo ergonómico. 

Depende de tu presupuesto, y de sí la vas a comprar hecho, o te la van a hacer a medida. Las de cristal son perfectas para espacios minis. No pesan nada a la vista. Pero tienen el inconveniente de estar siempre llenas de huellas (a no ser que inviertas en una alfombrilla para la zona de más roce). Las de madera son la opción más bonita aunque siempre salen más caras. ¿Y melanina? Si tiene un grosor de mínimo 15 cm, servirá. Lo mejor de hacerla a medida es que puedes pedir un tablero de un buen ancho para tenerlo todo a mano. En cuartos juveniles a menudo las mesas se prolongan hasta la cama. Así se consigue un práctico espacio extra. Y si son pequeños y vas a dejar alguna esquina expuesta, encarga siempre que sea de canto redondo. Para la silla elige un modelo de calidad. Con tela transpirable, ruedas de nylon (no suenan, ni rayan el suelo y duran más) y relleno de espuma. No salgas de la sección de ergonómicas. Son más caras, pero compensan más. 

Hay escritorios con patas, volados (con escuadras ocultas), con estanterías integradas en los laterales, o con una mezcla de varias de estas soluciones. Todas nos sirven si aportan la estabilidad requerida para trabajar con seguridad. Piensa que sobre la mesa pondrás un ordenador, o varios, la impresora, y material de oficina ligero. ¿Y de base fija o con posibilidad de poder inclinar la mesa? Depende de para qué vayas a usar el escritorio. Los expertos dicen que las mesas de dibujo son ideales para los que trabajan largas jornadas porque evitan dolores de espalda. Y si te gustan los caballetes, también son buena opción aunque siempre "coman" más espacio que una pata metálica, de hierro o madera. El tema de los cajones depende del tipo de mesa. Desde luego si la van a hacer a medida, aprovecha e instala varios. Así tendrás a mano el material de oficina más pequeño. 

Es fundamental contar con un lugar alejado de distracciones por culpa del ruido. Si no dispones de un cuarto independiente, y te molesta el jaleo de la calle está la opción de mejorar el aislamiento con las ventanas, o de instalar paneles fono absorbentes. Tener un entorno que permita desconectar cada cierto tiempo es imprescindible. Recuerda montar cerca un espacio de relax que les permita relajarse. Unas colchonetas en el suelo, una butaca cómoda, un balancín si el cuarto es grande... ¿Y la luz artificial cuando caiga la tarde? Siempre cálida. Contar con paredes claras o en tonos neutros, también ayuda. 

Sírvete de estanterías, cajones, estantes abiertos o archivadores para no perder el tiempo cada vez que falte algo. Lo ideal es tener en la mesa lo justo y bien ordenado. Un espacio sobrecargado, no ayudará en nada a la concentración. Los carteles o papeles pintados con imágenes o frases que motiven, siempre ayudan. Usar un reloj contribuye a fijar metas de estudio en un corto plazo de tiempo. ¡Qué no falte uno! Fijar objetivos fáciles de cumplir ayudará a organizarse mejor, y tener tiempo libre para todas esas otras cosas que también les interesan.

¿Y tú, ya has empezado a preparar el espacio para los estudiantes de la casa? ¿Qué idea te gusta más? Nos encantará saber qué opinas. Anímate a dejar un comentario.