Siguiendo la linea predominante de la isla, el restaurante se integra con los elementos naturales de la isla, el volcán y sus playas.
Los colores y materiales utilizados son el Blanco y gris volcánico.
El espacio donde se encuetra el restaurante es privilegiado, con unas increíbles vistas de la costa de Playa Blanca.
Una de las partes más importantes del proyecto son las cristaleras que rodean el local, que buscan la continuidad del exterior marítimo con el interior del restaurante, componiendo así un espectacular mirador dentro del mismo.
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