Esta reforma integral comenzó con un restyling completo de la imagen corporativa. El contenedor comercial se concibió como un espacio abierto y fresco, un escenario cómodo y agradable. La arquitectura minimalista y los acabados asépticos hacen accesible al producto y equilibran el color de las exposiciones evitando la saturación visual.La gran apertura de la fachada permite intuir la dimensión total del espacio, pero se “esconde” lo suficiente como para atraer la curiosidad. La novedosa integración del jardín en el espacio comercial crea un potente foco de atención en los corredores y genera una sensación de paz y tranquilidad en pleno centro de la ciudad.El techo “flota” sobre los paramentos verticales de los expositores por medio de una fosa perimetral de iluminación, y avanza hasta el exterior conectando el espacio con la calle y sirviendo como soporte para el rótulo comercial.
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