Sobre un pequeñísimo local ubicado en el centro neurálgico de Vigo, se propone la realización de un pequeño puesto para la venta de pan y bebidas. La primera premisa fue la de aportar amplitud visual al angosto espacio, eso se consiguió con grandes espejos que forraban una de las paredes, los cuales duplicaban visualmente el espacio, evitando esa sensación de cuello de botella al entrar. Las referencias cromáticas están en función de los colores corporativos de las dos empresas asociadas en la explotación del negocio.
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