Esta es una pequeña tienda con doble función, ofrecer producto local al que venga de fuera i producto gourmet al consumidor local.
Se recupera la esencia de aquella tienda de comestibles que fue en aquellos tiempos en que El Pont de Suert estaba lleno de trabajadores que construían grandes obras de ingeniería en las montañas para obtener energía. Esencia conseguida mediante colores agradables y propios del territorio, materiales naturales, elementos recuperados y otros nuevos y modernos que miran de pasar desapercibidos. Trabajando muy de cerca, el estudio Latipo ha realizado una gráfica, un naming y una retolación que han cerrado el proyecto.
El resultado, un espacio cercano, que invita a entrar y a dejarse llevar por los consejos de Ares o, si se prefiere a moverse libremente entre estantes blancos, cajas nuevas y viejas y cestitas de mimbre.
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