La reforma y ampliación de una simple caseta de campo ha dado como resultado este magnífico y acogedor unifamiliar.
Vivienda en la cual no hay ni un solo metro de pasillo, diferenciándose claramente la zona de noche y de día, dado que esta última está completamente acristalada a un precioso jardín.
Consta de tres dormitorios y despacho, dos baños en suite, uno de ellos con doble entrada dando servicio a las otras dos habitaciones.
La cocina con península que divide la zona de estar de invierno de la de verano. Esta última su característica fundamental es su cubierta de madera perfectamente aislada con paneles tipo termochip y apertura semicompleta al jardín.
La piscina de obra con forma de riñón tipo playa y con cascada concluye la intervención en dicha “caseta de campo”.
En este artículo