Dale a tu cama estilo con estos 4 consejos

No tenemos ninguna duda de que la protagonista de todos los dormitorios es la cama. Por eso es fundamental decorarla con gusto, para que alcances esa sensación reconfortante digna de las mejores suites de hotel. Toma de los 4 consejos que te vamos a contar, y disfruta decorando como un auténtico profesional. Cabecero, ropa de cama, muebles y otros detalles están en el punto de mira. ¿Crees que tu cama pasará el control de calidad con buena nota? Atrévete a hacer la prueba.
1. El cabecero

Es básico elegir un modelo que tenga el tamaño adecuado para la habitación. Ni demasiado grande, ni tan pequeño que quede ridículo. Si es muy estrecha y a duras penas entra la cama, tienes la opción de hacer un cabecero a medida. ¿Cómo? De pladur o con un bonito papel pintado y unos cuarterones de escayola enmarcando. Lamas de madera, revestimientos cerámicos... Hay soluciones que se adaptan a los espacios más minis. ¿El techo es muy bajo? En ese caso puedes apostar por un mobiliario más bajito de lo habitual, y pintar siempre en tonos claros para que la luz se refleje. ¿Y lo pongo de madera o de tela? Si te va más lo rústico, de madera. Si eres de los que sigue con afición las tendencias, uno de tela lisa te dará margen para cambiar a menudo cojines y ropa de cama.
2. Las mesitas y otros muebles

Contar con un par de mesitas o alguna repisa en la que dejar el móvil, tu libro favorito, unas velitas aromáticas, siempre es muy práctico. No cometas el error de no contar con un punto de apoyo a cada lado (o cerca) de la cama. ¿Y si no cabe? No midas más, si la anchura de la habitación lo permite, puedes hacer un cabecero de obra a medida y diseñar un par de hornacinas a cada lado con un punto de luz. O una repisa a modo de cabecero sobre la cama, pintada del mismo color que la pared. No echarás de menos las mesitas si instalas un cabecero de pared a pared, y lo revistes de madera para darle ese carácter súper acogedor que tanto nos gusta. ¿Y con las lámparas que hacemos si no caben? Las instalas en la pared o el techo, ¡y asunto arreglado! Si el tamaño no es un problema, imagina las posibilidades que se abren. Hay cabeceros altos y de capitoné; tapizados de tela o imitación piel; con orejeras en plan "suite"; o de rejilla de mimbre si te apetece algo artesanal.
3. Atención a la ropa de cama

Para que una cama tenga mucho estilo es básico que se vean en ella capas. Partiendo de un buen cubrecolchón para evitar problemas de humedad (incluso en invierno), tenemos que elegir unas sábanas de calidad que ganen con los lavados (quedan mucho mejor si les das un planchado). ¿Y de qué color? Blancas o de colores claros. Arriba ponemos mantas, edredones o fundas nórdicas (con el relleno adecuado para la época del año). El punto final lo puede poner un plaid (o el mismo nórdico doblado por la mitad) y los cojines. Estos últimos en escalera descendente quedan fenomenal, pero para gustos siempre los colores. Si eres de los que disfrutan innovando puedes poner 3 cojines diferentes, o 2 iguales y uno que rompa con lo demás, o incluso 4 pequeños distintos. La clave para que quede bien es no pasarse con la mezcla de color, o si te gustan estampados, intentar que tengan un motivo de un tamaño similar.
4. Detalles que suman

Hay muchos detalles que marcan la diferencia entre un dormitorio frío y desangelado (de catálogo) o una auténtica y placentera suite de hotel. Un bonito espejo sobre el cabecero siempre suma, una lámpara original que cae sobre la cama, una mantita doblada en los pies, un baúl vintage donde guardar toda la ropa de cama o las toallas... ¿Cuadros o lienzos? Por supuesto también se agradecen. Imagina un gran cuadro a un lado como protagonista, o una tira de luces led detrás del cabecero iluminando vuestras noches. Un fotomural en la pared principal como el de la fotografía... No hay reglas escritas sobre lo que se puede y no se puede usar en el dormitorio para que desprenda estilo. La única recomendación es que no lo satures de cosas que antes o después te van a molestar, y que nunca deje de ser un espacio que induzca a la calma para que puedas decir fuerte: ¡Cómo me gusta y qué bien duermo en mi cama!
¿Y tú, también estás pensando en darle un toque más personal a tu habitación? ¿Qué idea te inspira más? Anímate a dejar un comentario y nos cuentas qué te ha parecido.
2 Comentarios
Aplicar los principios del feng shui no estaría mal ;)
Nada de espejos.
Nunca entendí esa costumbre de colocar cojines y más cojines en la cama: quita por la noche, pon por la mañana...vaya pérdida de tiempo.